Lo hizo a través de una carta enviada a Cristina Plazas, directora del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, quien había rechazado las acciones del sacerdote que abusó de menores en Cali. Por esta razón, el cardenal Rubén Salazar Gómez reconoció la responsabilidad de la iglesia en ese caso.
Y lo reconoció porque los delitos de abuso de los menores fueron realizados por personas que estaban a su cargo.
Salazar Gómez señaló que: “Por eso reconocemos que somos responsables ante sus padres de brindar todas las condiciones posibles para que nuestras instituciones sean un hogar seguro para sus hijos y nietos”, con palabras del Papa Francisco para los obispos del mundo.
Con esta respuesta, la iglesia anuncia ‘cero tolerancia’ ante los hechos de pederastia de los curas, con una selección exhaustiva en los seminarios y los procesos canónicos y jurídicos de abusadores de menores.
En la carta a la directora del bienestar familiar, Salazar considera que no pueden omitirse esfuerzos en la denuncia del abuso sexual como un delito atroz a la humanidad.
Al respecto señala la misiva: “sobre todo en momentos en que la violencia sexual contra los niños aumentó un 49,2% en el 2016 en la ciudad de Bogotá”.