El discurso de Donald Trump ante el Congreso el martes está tomando la importancia del discurso del Estado de la Unión en lo que respecta a los mercados financieros estadounidenses.
Para inversionistas que confían en que más de un año de promesas de campaña de una agenda procrecimiento impulsarán las acciones estadounidenses a máximos récord, harán subir al dólar y elevarán los rendimientos, el esperado discurso ante los legisladores de la Cámara de Representantes y el Senado no podría llegar antes.
“Necesitamos ver algunos detalles dentro de todo lo que se habla de política. Más especificaciones en términos de cifras o incluso un plazo más definido. Si no hay detalles ahí, las negociaciones de riesgo podrían terminarse” dijo Sean Simko, quien administra US$8.000 millones en activos de renta fija en SEI Investments Co. en Oaks, Pennsylvania. “
Si bien algunas negociaciones titubeantes recibieron un nuevo impulso por la promesa del presidente este mes de un plan tributario “fenomenal”, los inversores dicen que se necesita más, en especial luego que la administración clasificara como primera prioridad la derogación y reemplazo del Obamacare antes que una reforma tributaria.
Si bien no es considerado como el discurso del Estado de la Nación dado que se pronunciará en el primer año de gobierno de Trump, el discurso inicial ante el Congreso no ha sido menos importante para los presidentes de la era moderna. Barack Obama habló por primera vez ante ambos cuerpos legislativos en febrero de 2009 sobre la crisis financiera.
Este lunes se conoció un bosquejo del presupuesto de Trump en el que anunció importantes aumentos en el gasto de defensa. También se espera grandes recortes a la Agencia de Protección Ambiental, el Departamento de Estado y otras agencias federales, según una fuente familiarizada con el plan.
Desde la elección de Trump, las acciones han mostrado pocas señales de desaceleración. El S&P 500 ha avanzado 10 %, para registrar 17 cierres en niveles récord en una racha que ha sumado US$2,8 billones en valor al mercado bursátil estadounidense.
Sin duda, los indicadores fundamentales están desempeñando un papel en los avances del mercado. La economía ha mostrado señales de aceleración y se prevé que las ganancias corporativas se elevarán 12 % respecto del año pasado, frente a las caídas que registraron las ganancias en 2015 y 2016.
“Es posible que podríamos esperar si el mercado no hubiera estado subiendo tan significativamente. Pero este es un mercado que es bastante impaciente y quiere resultados”, dijo Quincy Krosby, estratega de mercado de Prudential Financial Inc., que supervisa cerca de US$1,3 billones.
Las distintas visiones sobre la reforma tributaria aumentan la ansiedad. Los republicanos de la Cámara de Representantes están considerando una propuesta de impuesto en la frontera que cambia la carga de los exportadores a los importadores, sosteniendo que beneficiaría la manufactura estadounidense al tiempo que entregaría recursos para compensar las pérdidas derivadas de una reducción en las tasas de impuestos corporativo. Trump ha dicho que es «demasiado complicado».
A medida que crece el debate, los operadores han reducido sus apuestas alcistas para el dólar. La divisa estadounidense ha perdido 3,3 % desde enero, tras subir 6,5 % después de la elección presidencial del 8 de noviembre, según el índice Bloomberg Dollar Spot Index. Los fondos de cobertura y otros grandes especuladores han reducido las apuestas alcistas netas al dólar a su nivel más bajo desde antes de la elección.
La complacencia podría ser uno de los mayores riesgos, según John Canally, titular de estrategia económica de LPL Financial in Boston. El Chicago Board Options Exchange Volatility Index, barómetro de la ansiedad de los inversionistas conocido como VIX, está solo dos puntos por encima de su mínimo histórico y se dirige al menor promedio anual del que se tenga registro.
En el mercado de bonos, en tanto, los especuladores apuestan a mayores rendimientos y menores precios de la deuda. Con bloomberg