Tema del Día

En el Día Internacional: Las mujeres realizan paro en 54 países y plantones en más de 200 ciudades

–Bogotá, la capital colombiana, es una de las más de 200 ciudades del mundo en la cual se realizará una marcha y plantón de mujeres este miércoles con ocasión del Día Internacional de la Mujer, que tiene como principal consigna acabar con la discriminción de género desde el hogar hasta el ámbito laboral. En otras urbes colombianas, entre ellas, Cali, Medellín, Barranquilla y Bucaramanga, también habrá manifestaciones feneminas.

El hecho es que en por lo menos 54 países habrá paro de mujeres para conmemorar el Día Internacional, en una jornada que tuvo sus inicios en Argentina, suramérica, en donde desde hace varios años, las mujeres vienen protagonizando distintos hitos y manifestaciones muy importantes.

«Nosotras vemos una continuidad en lo que fueron las manifestaciones de mujeres de los últimos años», explicó a RT Florencia Alcaraz, periodista y una de las convocantes del primer #NiUnaMenos en Argentina, el 3 de junio de 2015. Esta concentración pacífica fue para reclamar políticas públicas contra los femicidios.

Para Alcaraz, a partir de esa fecha hubo un punto de inflexión donde se empezaron a ver toda una serie de protestas y acciones protagonizadas por mujeres. El 24 de abril de 2016, «las mexicanas salieron en una marcha histórica que fue ‘Vivas nos queremos’. La ‘primavera violeta’ la llamaron ellas», recordó.

A partir de ahí, se dieron distintas manifestaciones en otros países de América Latina. Unos meses después, el 13 de agosto, las peruanas «también salieron a las calles al grito de ‘Ni una menos’ en lo que fue la marcha más masiva en la historia de Perú», apuntó la periodista.

Con el antecedente de esas acciones y en el marco de políticas económicas de ajuste, se fue gestando en Argentina un paro de mujeres. El mismo se terminó llevando a cabo el 19 de octubre de 2016 luego «del femicidio de Lucía Pérez y la represión en el Encuentro Nacional de Mujeres de Rosario», señaló Alcaraz. Asimismo, destacó que «tuvo sus réplicas en México, Paraguay, Perú, Uruguay, Brasil, Chile» y también «la adhesión y solidaridad en varias naciones europeas».

Previamente, unas semanas antes las mujeres de Polonia habían impulsado una medida similar ante el intento del Gobierno de Varsovia de restringir el derecho al aborto.

«Hay una continuidad, alianzas que se tejen entre mujeres de distintas latitudes», señaló Alcaraz. «Este paro internacional de mujeres se fue gestando en ese tejido que fuimos haciendo entre todas en las calles, encuentros y cruces que tenemos», añadió. Además recordó que «esto también derivó en la primera marcha contra Donald Trump que fue protagonizada por mujeres en EE.UU. y en el mundo».

En esta oportunidad, la huelga internacional tendrá como eje común visibilizar las problemáticas de las mujeres y cada país planteará sus demandas específicas.

En el caso concreto de Argentina, Marta Dillon -otra integrante del colectivo #NiUnaMenos- declaró se va a reclamar «por el fin de la violencia machista» y para exigir «que se mire el trabajo en clave feminista, esto es, entender que las tareas de cuidado y reproductivas también son trabajo y tienen que ser tenidas en cuenta como una cuestión social». En diálogo con Ámbito Financiero, Dillon agregó: «Nos manifestamos para que se revise por qué las mujeres tenemos los trabajos más precarizados. También estamos demandando por el aborto legal, seguro y gratuito, por los derechos LGTBI y por la ley de cupo laboral para las personas trans, entre otras tantas reivindicaciones».

Un feminismo popular

En algunos momentos de la historia, el feminismo logró cobrar cierta masividad, como por ejemplo en la lucha por el sufragio femenino. Sin embargo, se mantuvo la mayor parte del tiempo como un reducto de algunos núcleos activistas y académicos. Esto parece estar cambiando, por lo que la periodista especializada Julia de Titto se pregunta si no nos encontramos ante una «nueva ola de feminismo».

Las anteriores fueron el llamado «feminismo ilustrado», en el marco de la Revolución francesa y la Declaración de los Derechos del Hombre, que exigió «la inclusión de las mujeres en esos principios universalistas».

La segunda ola se dio «entre mitad del siglo XIX y las primeras décadas del siglo XX» y abonó a «las luchas por la igualdad en cuestiones legales como el derecho a la propiedad y, en particular, al voto».

Finalmente, a mediados del siglo XX apareció una tercera «vinculada a otras demandas, como los derechos reproductivos y sexuales, donde se masificaron los grupos de concienciación y problematización sobre la diversidad que implica el ‘ser mujer’, en términos de clase y étnicos».

Florencia Alcaraz coincide con esta mirada y asegura que «estamos en un momento de un feminismo muy inclusivo, que va ampliando sus márgenes y tiene contornos mucho más difusos que antes». El feminismo actual «habilita a muchas más a sumarse, a participar y tomar conciencia de las situaciones de desigualdad en las que están». Es un feminismo «del 99,9% como dicen las norteamericanas; un feminismo popular, decimos nosotras», concluye. (Con información de RT)