Para Gustavo Adolfo Toro, presidente ejecutivo de Cotelco, “los resultados dan cuenta de la consolidación de la demanda doméstica y del buen momento por el que pasa la actividad turística en Colombia, como consecuencia de la gestión pública y los esfuerzos privados para construir producto turístico y promoción de los destinos. Esto se traduce en generación de empleo y valor agregado en las regiones con alto impacto social”.
Los destinos con vocación turística religiosa y de sol y playa fueron los de mayor ocupación. Armenia, Cartagena, Popayán, San Andrés, Santa Marta y Villavicencio reportaron ocupación superior al 80% entre jueves y viernes santo.
Para el periodo completo de temporada de Semana Santa, comprendido entre el 8 y 15 de abril, la ocupación hotelera del país fue de 48.7% a nivel nacional, superior en 0.78 puntos porcentuales a la cifra de ocupación del 19 al 26 de marzo de 2016, fecha correspondiente a la Semana Santa del año anterior.
No obstante, el comportamiento de la ocupación fue asimétrico, lo que confirma la hipótesis de que un grupo importante de colombianos se movilizó sólo para los días jueves y viernes y no durante toda la semana. Al iniciar la temporada, el porcentaje de habitaciones ocupadas alcanzó el 45.3%, cifra que fue en ascenso, hasta llegar a su mayor nivel el día jueves 13 de abril, con 56.6%.
Bogotá, Huila, Magdalena, Quindío, Norte de Santander y Sucre registraron crecimientos en este periodo de referencia. Para el caso de la capital de la República, el resultado es favorable, considerando que la ciudad se caracteriza por una vocación de turismo de negocios, sin embargo, ha logrado diversificar su oferta para atraer otros segmentos de turismo en temporadas vacacionales.
Por su parte, Nariño destino que es altamente demandado en el periodo de Semana Santa, reportó ocupación de 33.90%, lo que se traduce en una disminución de 29.28 puntos porcentuales con respecto a la ocupación del 63.18% de la temporada del año anterior. Las dificultades de orden público en el departamento, sumado al menor flujo de turismo fronterizo, impulsó este descenso.
