Bogotá

El Bronx se transforma en epicentro cultural

Lo que antes era una república independiente del crimen, conocida como el Bronx, se convirtió en la noche del miércoles en un escenario cultural armonizado por la Orquesta Filarmónica Juvenil de Cámara y la puesta en escena de ‘Gloria, un canto a la vida’, protagonizada por 80 jóvenes entre ex habitantes de calle y menores con riesgo a habitarla.

Residentes de Los Mártires y comerciantes de esta zona, en compañía del alcalde de Bogotá Enrique Peñalosa, gran parte del gabinete Distrital y curiosos, experimentaron un espectáculo que nunca habrían imaginado en el Voto Nacional, la plazoleta ubicada a pocas cuadras del antiguo Bronx.

“Logramos convertir este sitio en epicentro de eventos maravillosos, como los que presenciamos hoy. Transformamos este sector, que antes era imposible de transitar, aquí se realizaban actos delictivos de todo tipo y hoy vemos expresiones culturales de estos jóvenes que están rehaciendo sus vidas”, señaló el Alcalde.
Rubiela López debe cruzar la zona aledaña al desaparecido Bronx, para llegar a su trabajo todos los días. Nunca se sintió tan segura como ahora, y estar sentada disfrutando de eventos culturales en el sector era inimaginable.

“Muchas veces tomé otros caminos más largos por temor a que me pasara algo. Este parque está irreconocible’’, expresó Rubiela.

Con la obra musical ‘Gloria, un canto a la vida’, jóvenes del Idiprón recrearon la situación que muchos vivieron durante el tiempo que habitaron la calle.

Con cantos y al ritmo de salsa, pop y hip hop, narraron la historia de Gloria, una joven que se traslada desde su pueblo hasta la capital, en busca de su hermano, quien por varias razones se convierte en un habitante de calle. La joven llega al Bronx el día de su intervención, con la esperanza de encontrarlo. Un relato con final feliz que conmovió a los asistentes quienes, al unísono, brindaron un aplauso que elevó la temperatura de la fría noche capitalina.

Para el musical, los participantes se prepararon durante meses con profesores de teatro del Instituto Distrital de Patrimonio Cultural.

“Estos jóvenes descubrieron en la música y el baile un vehículo para ampliar la visón que tenían del mundo y gracias a esa nueva mentalidad, hoy se proyectan como profesionales y artistas”, indicó Cristian Caína, director coreográfico de la obra.