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Maduro condena ataque a la Asamblea, pero dice que «son hechos extraños donde está la oposición»

–El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro condenó la violencia «de donde quiera que venga» y exigió a la oposición condenar también la violencia en las bases militares y los ataques terroristas a las instituciones.

“Yo condeno esos hechos, no seré cómplice de esos hechos y he ordenado la investigación para que se haga justicia. No acepto violencia de nadie”, declaró Maduro durante el desfile militar por el Día de la Independencia de Venezuela.

Durante la sesión especial llevada a cabo por la Asamblea Nacional para celebrar el 206 aniversario de la Declaración de la Independencia, colectivos oficialistas armados con garrotes y barras, algunos de ellos blandiendo armas blancas y de fuego, irrumpieron dentro de la Asamblea Nacional y atacaron violentamente a diputados y funcionarios. Trabajadores, periodistas y diputados fueron prácticamente secuestrados por las bandas paramilitares asociadas al régimen.

Varios miembros de la Asamblea Nacional resultaron heridos, incluyendo a Americo de Grazia, Nora Bracho, Luis Carlos Padilla, Leonardo Regnault, Armando Armas, Franco Casella, Luis Stefanelli y Richard Blanco, algunos de los cuales recibieron cortes profundos en la cabeza y la cara.

Funcionarios y periodistas también resultaron agredidos. Obviamente, la Guardia Nacional Bolivariana, encargada de brindar seguridad al poder legislativo no intervino para detener la violencia.

Son “hechos extraños, siempre extraños, donde está la oposición”, sostuvo el presidente Nicolás Maduro en un discurso que pronunció tras el desfile cívico-militar que se realizó en el Paseo Los Próceres a propósito de conmemorarse los 206 años de la Firma del Acta de la Independencia.

“Unos hechos de riña, de violencia. Yo condeno absolutamente esos hechos, hasta donde los conozco en este momento. Yo no voy a ser nunca cómplice de ningún hecho de violencia, los condeno y he ordenado su investigación y que se haga justicia. Paz, quiero paz para Venezuela, no acepto violencia de nadie, que lo sepa el mundo y el pueblo (…). Que se investigue y se diga la verdad”, expresó Maduro, quien agregó:

“Quisiera que la oposición condenara los hechos de violencia cuando asaltan unidades militares como La Carlota y ellos callan, o cuando asaltan hospitales infantiles y maternos. Quisiera que la ‘derecha’ condenara el ataque terrorista con bombas y balas de un criminal que estamos buscando contra la sede del TSJ donde casi asesina a niños, mujeres y trabajadores; que condenara de inmediata la quema de autobuses del sistema de Metro; que condenara la quema de 30 almacenes de los CLAP donde se perdieron más de 4 millones de CLAP que estaban listos para ir a los hogares”.

Igualmente acusó a la oposición de “armar a grupos” de jóvenes, y de ser corresponsable de sus muertes, “como el de ayer en Táriba por explosión de armas caseras que le entregan los dirigentes de la oposición a jóvenes que pagan con drogas y con dinero mal habido”, afirmó.

“Sí, yo quisiera que la ‘derecha’ tuviera un poco de honor y de paz”, expresó sobre todo esto, reiterando que lo que quiere es paz, diálogo y tolerancia entre todos.

Sin embargo, el presidente de la Asamblea Nacional, Julio BNorges aseguró: “La violencia en Venezuela se llama Nicolás Maduro, tiene nombre y apellido”.

Por su parte, el vicepresidente de Venezuela, Tareck el-Aissami dijo que la “Asamblea Nacional es un poder del Estado que ha sido secuestrado por la misma oligarquía que traicionó a Bolívar y su causa”.

Las declaraciones de El-Aissami se producen en el marco de su discurso en el salón elíptico en el que leyó el Acta de la Independencia.

Cabe señalar que Tareck el-Aissami es considerado por Estados Unidos un narcotraficante y fue sancionado en febrero de este año con la anulación de su visa para venir al país, la confiscación de propiedades y la prohibición de realizar transacciones financieras o comerciales con instituciones estadounidenses.

Reacciones internacionales

A través de un comunicado, el Departamento de Estado de EE.UU. calificó como «un acto inaceptable» lo ocurrido este miércoles en Venezuela.

“Pedimos al gobierno venezolano que provea inmediatamente la protección de la Asamblea Nacional, asegure que los heridos en el ataque de este miércoles sean capaces de recibir atención médica. Instamos a todas las partes en Venezuela a que se abstengan de la violencia”,

El documento añade que Estados Unidos se une a «las naciones a través del hemisferio», invitando al gobierno de Venezuela a «cumplir con los compromisos que hizo en el proceso de diálogo facilitado por el Vaticano» respecto a las elecciones que se avecinan en el país latinoamericano.

Por su parte Luis Almagro, Secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), rechazó y condenó enérgicamente el ataque cometido contra la Asamblea Nacional de Venezuela, ya que, dijo, la agresión contra las instituciones democráticas es la esencia misma de una dictadura.

«Las acciones inconstitucionales e ilegales contra la Asamblea Nacional registradas este miércoles sirven directamente al proceso de desinstitucionalización que viene sufriendo el país», afirmó.

«Hoy debería de haber sido un día para reflexionar sobre la historia del país y los vínculos que unen al pueblo de Venezuela, sin embargo el regimen eligió nuevamente el camino de la violencia para silenciar a la disidencia política con un ataque premeditado sobre la institución que es el símbolo de la representación popular: la Asamblea Nacional», afirmo Almagro.

El Secretario General de la OEA añadió que «cuando la voz del pueblo es acallada con armas y violencia es porque ya no queda nada de la democracia. La utilización del terror sobre los ciudadanos y la institucionalidad revela que la represión constituye una acción sistémica con que el gobierno pretende asegurar su permanencia en el poder».

El líder de la Organización hemisférica señaló que «el régimen pretende instaurar la violencia institucional del estado, en una guerra sucia contra el pueblo incluyendo uno o varios muertos por día, como si se tratase de una nueva normalidad».

«Tanto la comunidad Interamericana e internacional no lo han de aceptar. No se trata de temas de políticas, sino de valores y principios no negociables. Esa supuesta nueva normalidad no debe ser aceptada por nadie», concluyó el Secretario General Almagro.