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Van 465 lesionados por enfrentamientos en referendo de Cataluña

Con bolillos y pelotas de goma, la policía española intervino este domingo en Cataluña para impedir el referéndum sobre la independencia, dejando un saldo parcial de 100 heridos por los desmanes entre manifestantes, votantes y autoridades.

Los servicios regionales de salud señalaron que han atendido a 465 personas, entre las cuales había 92 heridos, dos de ellos graves: uno con una lesión en un ojo y otro que sufrió un infarto durante una intervención policial en Lérida, a unos 150 km de Barcelona. El Ministerio del Interior informó, por su lado, de 12 agentes heridos: nueve policías nacionales y tres guardias civiles.

Desde primera hora de la mañana, policías nacionales y guardias civiles irrumpieron en distintos centros de votación en Cataluña, en ocasiones forzando puertas a golpes, para incautarse de papeletas y urnas e impedir así la celebración física de la consulta.

En muchos de ellos se habían concentrado desde antes del amanecer cientos de personas, para proteger los centros de la intervención de la policía.

Los agentes tenían orden de cerrar los 2.315 puntos de votación previstos, y al intervenir, no dudaron en cargar contra aquellos que opusieron resistencia, echando mano de porras, empujones y pelotas de goma, según varios testigos interrogados por AFP.

«Se han llevado las urnas por la fuerza, porque los presidentes de las mesas agarraban las urnas con las dos manos y se las arrancaban literalmente de las manos mientras nosotros seguíamos cantando ‘Els Segadors’ (el himno catalán) y gritando ‘Viva la democracia'», explicó Marc Carrasco, apoderado del colegio barcelonés Ramón Llull.

En los centros donde sí podía votarse se veían inmensas colas de gente esperando o depositando su papeleta en la urna, aunque el proceso era muy difícil por los numerosos fallos informáticos.

El portavoz del Gobierno regional catalán, Jordi Turull, aseguró por su parte a mediodía que el 73% de las mesas electorales estaban funcionando.

El presidente de Cataluña, el independentista Carles Puigdemont, denunció enérgicamente las actuaciones policiales, arremetiendo contra «el uso injustificado, irracional e irresponsable de la violencia por parte del Estado español».

El propio Puigdemont no pudo votar en el polideportivo donde había previsto hacerlo inicialmente, ya que la Guardia Civil entró en él por la fuerza para incautar el material electoral, ante las imprecaciones de decenas de personas.

El dirigente votó en otro colegio, gracias a que a última hora el Gobierno catalán instauró un censo único, por el que los 5,3 millones de catalanes convocados pueden votar en cualquier centro abierto.

La vicepresidenta del Gobierno español, Soraya Sáenz de Santamaría, cargó sin paliativos contra él, y acusó a su equipo de actuar «con una absoluta irresponsabilidad».

«Continuar esta farsa no tiene ningún sentido, no lleva a ningún lugar, deberían ponerle fin de inmediato», añadió la vicepresidenta.

Con información de AFP