Un número de 5,000 bomberos luchan a esta hora con cuatro incendios forestales fuera de control, que han obligado a la evacuación de más de 250,000 residentes. Las llamas avanzan con rapidez por los vientos Santa Ana, que este jueves podrían empeorar la situación, debido a que se pronostican ráfagas de 60 a 80 millas por hora en algunas zonas.

Las conflagraciones están fuera de control en el sur de California y amenazan con destruir más de 15,000 viviendas, incluyendo cientos de mansiones en los opulentos vecindarios de Bel Air y Brentwood.

El primer incendio ocurrió el lunes 3 de diciembre, en el condado de Ventura, desde esta fecha y hasta el miércoles 6, las llamas aparecieron en las colinas del oeste de Los Ángeles y el fuego ha arrasado con una superficie total de más de 110,000 acres.

La zona quemada equivale a 172 millas cuadradas, es decir, una extensión de terreno similar al tamaño de la ciudad de Nueva Orleans, que es más grande que ciudades como Denver o Las Vegas, y que triplica a Miami.

Ya han sido evacuadas más de 250,000 personas según los reportes oficiales y gran parte de los evacuados, alrededor de 110,000, han sido del área de Sylmar, una comunidad del norte de la ciudad de Los Ángeles donde casi el 70% de la población es hispana.

Lo que ha sorprendido a los residentes como a las autoridades, es que se desataron en el mes de diciembre, cuando sólo ocurren el 6% del total de los siniestros de todo el año.

Las llamas que amenazan miles de viviendas en Ventura, Santa Clarita, Sylmar y Bel Air, han sido bautizados como Thomas, Creek, Rye y Skirball.