La estigmatización a la que ha estado sometida la empresa Aguas de Bogotá por cuenta de los cuestionamientos políticos frente a modelos de aseo creados en administraciones pasadas, tiene hoy a dicha empresa del estado al borde de una crisis laboral y financiera, al no haberse presentado a la licitación para la prestación del servicio de aseo.

La concejala Xinia Navarro hizo un llamado a dejar de un lado dicha politización y centrar la atención en los trabajadores. ¿Qué pasará con la estabilidad laboral de más de 3.700 empleados? ¿Cómo se afectarán las finanzas de esa empresa del Estado si no va a sumir el principal servicio que presta actualmente?, ¿existe un plan de contingencia para esos trabajadores?

Dichas peguntas deberán ser resueltas por el gerente de la empresa Aguas de Bogotá a quien la cabildante citará al Concejo para que demuestre si hubo o no negligencia de su parte.

El gerente de Aguas de Bogotá deberá responder por qué no se presentó a la licitación para la prestación del servicio de aseo en Bogotá, y el Ministerio de Trabajo deberá hacer un seguimiento a la situación laboral que deberán afrontar más de 3.700 funcionarios.

“Radicaré un derecho de petición para que el gerente de Aguas de Bogotá venga al Concejo y nos diga si es verdad que hubo un incumplimiento de pólizas por parte de las aseguradoras, en ese caso deberá explicar por qué no lanzó las alertas a tiempo y se les hizo creer a los trabajadores que se estaban haciendo las gestiones para la licitación” manifestó la cabildante.

Por otra parte señaló que existe un acuerdo de formalización laboral entre el Acueducto y el Ministerio de Trabajo, acuerdo que está vigente y por tanto debe cumplirse. Por tanto instó al Distrito a convocar una mesa de trabajo con la participación del Ministerio Público y del Ministerio de Trabajo para hacerle seguimiento a la problemática que se avecina.