Internacional

Se suicidó el hijo mayor de Fidel Castro

–Fidel Angel Castro Díaz-Balart, hijo mayor del desaparecido mandatario Fidel Castro, se suicidó este jueves, confirmaron las autoridades cubanas a través del diario Granma.

Según la nota, Castro Díaz–Balart, de 68 años de edad, venía siendo atendido por un grupo de médicos desde hace varios meses con motivo de un estado depresivo profundo y atentó contra su vida en la mañana de este primero de febrero.

«Como parte de su tratamiento requirió inicialmente un régimen de hospitalización y luego se mantuvo con seguimiento ambulatorio durante su reincorporación social», añade.

Subraya el informativo que al momento de su fallecimiento se desempeñaba como Asesor Científico del Consejo de Estado y Vicepresidente de la Academia de Ciencias de Cuba.

Durante su actividad profesional, dedicada por entero a las ciencias, obtuvo relevantes reconocimientos nacionales e internacionales. Sus funerales serán organizados por decisión familiar, concluye la nota de Granma.

Fidel Ángel era el hijo primogénito del líder de la revolución de 1959 y su esposa durante ocho años, Mirta Díaz Balart.

Fue un prestigioso físico e intelectual cubano apodado popularmente ‘Fidelito’.

En una entrevista concedida a RT en Español en 2013, «Fidelito» recordó que llevaba fijada en su mente una de las principales ideas que su padre solía repetir durante los primeros años de la Revolución cubana: «Cuba, en el futuro, debe ser de los hombres de ciencia». Un acicate que lo impulsó a materializar la pasión que sentía por la Física.

Sus investigaciones sobre el papel de la energía nuclear en el futuro de la humanidad también guardan muchas de las inquietudes expresadas por Fidel. «La energía nuclear presenta riesgos, pero también está el riesgo de quedarse sin desarrollo. No es un dogma ni un paradigma, es una base de desarrollo», explicó en aquella conversación con RT. Entonces, también criticó que el objetivo de muchas naciones sea precisamente el uso de la ciencia con fines bélicos.

Bien conocidas son las reflexiones que su padre publicó durante años, en las que alertaba sobre los peligros de estas prácticas.
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«¡Tengamos el valor de proclamar que todas las armas nucleares o convencionales, todo lo que sirva para hacer guerra, deben desaparecer!», declaró el mandatario en 2010.

Estas coincidencias no fueron casuales. Para desarrollar muchos de sus escritos, Fidel consultaba a su hijo mayor: se invertían los papeles y se completaba el ciclo de transmisión de valores.

Hoy, Cuba es referente tanto en avances científicos como en apoyo a movimientos pacifistas. Parece que esa nación ha aprendido bien la lección de que «en una guerra nuclear, el daño colateral sería la vida de la humanidad».

En la entrevista a RT ‘Fidelito’ relató que la propia revolución potenció su interés por la ciencia, por lo que viajó a la Unión Soviética para cursar estudios de física nuclear. Por razones de seguridad, durante su época de estudiante utilizó el seudónimo de José Raúl Fernández.

Entre 1983 y 1992, se desempeñó como representante de Cuba ante el OIEA. En 1993 fue nombrado jefe del Departamento de Ciencia e Innovación en el Ministerio de Energía e Industria de Cuba, cargo que ocupó hasta 2003.

Fue autor de 11 libros y más de 150 artículos científicos relacionados con la física nuclear, la tecnología energética y su relación con las ciencias ambientales, la innovación y la gestión del conocimiento.

En los últimos años Fidel Ángel trabajaba como asesor científico del Consejo de Estado de Cuba y vicepresidente de la Academia de Ciencias del país caribeño. En 2013, Castro Díaz-Balart recibió un diploma de profesor honorario de la Universidad Estatal de Moscú, su ‘alma mater’.

Era un declarado opositor de las armas de destrucción masiva y defensor de la utilización de la energía nuclear únicamente con fines pacíficos.(Con información de Grnma y RT).

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