–Con el proceso de exhumación e identificación de las víctimas de la masacre ejecutada por las Farc el 2 de mayo de 2002, y la entrega digna de los cuerpos, los bojayaseños esperan, por fin, enterrar a sus muertos como manda la tradición y cerrar su duelo de 16 años.

Las víctimas de la masacre de Bojayá ocurrida el 2 de mayo de 2002 esperan enterrar a sus muertos a finales de este año. Tras manifestar, en 2015, la necesidad de realizar una exhumación para lograr la plena identificación de los cuerpos, sienten que con la entrega digna de los cuerpos y la posibilidad de realizar sus rituales podrán por fin cerrar el capítulo de duelo y centrarse de nuevo en sus proyectos de vida.
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“No pensábamos que lo fuéramos a lograr”, señaló en rueda de prensa María Pascuala Palacios, una de las integrantes del comité de víctimas de ese municipio, al relatar detalles del proceso en el que han participado activamente la Unidad para las Víctimas, la Fiscalía y Medicina Legal, entre otras entidades del Estado y organizaciones internacionales.

“A la fecha se han identificado plenamente 32 individuos y se han encontrado perfiles genéticos de 50 más”, confirmó Carlos Valdés, director de Medicina Legal. Se espera que para el 31 de octubre estén identificados los demás restos, de modo que, como esperan las víctimas, a final del año puedan recibir sus cuerpos y disponerlos en un mausoleo contemplado para tal fin.

“Necesitamos elaborar ese duelo para disponernos a retomar nuestros planes y reconstruir el tejido social y económico del pueblo”, indicó Delis Palacios, otra representante de las víctimas de Bojayá.
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Durante el proceso de exhumación, la Unidad para las Víctimas ha estado presente con acompañamiento psicosocial. De acuerdo con Aida Joanne Solano Espinoza, coordinadora del Grupo de Enfoque Psicosocial de la Unidad, con antelación al inicio de las exhumaciones se realizaron encuentros con sabedores de la comunidad afro de Bojayá, con familiares de víctimas y con funcionarios para detallar con cada uno de ellos los asuntos emocionales que resultaran pertinentes. Y desde entonces, la Unidad ha estado haciendo acompañamiento a las víctimas.

Paula Gaviria, consejera presidencial para los Derechos Humanos, destacó el trabajo del Ministerio de Salud en atención a los lesionados de la masacre, y anunció que el próximo año Bojayá tendrá finalmente acueducto.

Así mismo, puso de presente durante el encuentro la zozobra que ha retornado a los territorios por presencia de grupos armados y amenazas. “No es posible que un país que firma un acuerdo de paz esté asesinando a sus líderse y que su comunidad esté sometida al miedo y a la zozobra”, dijo por su parte Delis Palacios. “Si las víctimas somos verdaderamente el centro, hay que generar garantías de no repetición”, indicó.