En el marco del Plan de choque ‘El que la hace la paga’, impulsado por el Gobierno del Presidente Iván Duque, los organismos de seguridad dieron un golpe contundente contra el crimen en Bogotá, específicamente en la localidad de Los Mártires, en una operación orientada a desvertebrar organizaciones responsables de microtráfico y de trata de personas.

Como resultado de la operación, la Policía Nacional capturó este jueves a 144 personas por su presunta vinculación con estructuras delictivas dedicadas al tráfico de estupefacientes y la explotación sexual de mujeres de nacionalidad venezolana, en acciones adelantadas en esta zona, en el centro de la capital del país.

El Ministro de Defensa, Guillermo Botero, dijo que la operación es el resultado del plan de choque contra las llamadas “zonas de miedo” en el país.

“Dentro de las operaciones del Plan de choque ‘El que la hace la paga, Más cerca del Ciudadano’, estaba el intervenir las zonas de miedo y esto no es nada diferente que el resultado de esa estrategia que habíamos diseñado”, afirmó el Ministro.

El titular de la cartera de Defensa destacó que gracias a las acciones que se han desarrollado en este sector de Los Mártires, la criminalidad en el área se redujo en 48,7 por ciento.

“Desarticulamos 18 organizaciones criminales, 12 de estupefacientes y cuatro de hurto, entre otras”, dijo el Ministro.

En desarrollo de la operación contra la red de trata de personas en el centro de Bogotá, el Ministro Botero informó que 43 mujeres extranjeras fueron “rescatadas”.

“Estas mujeres estaban siendo sometidas, quitándoles los documentos de identificación que tenían, y obligándolas a los trabajos más denigrantes que uno se pueda imaginar”, afirmó el alto funcionario.

El titular de la cartera de Defensa también subrayó la realización de 100 allanamientos y la recuperación de cuatro parques del sector que estaban en manos de las redes de microtráfico.

Además, resaltó la importancia de la aplicación por parte de la Fiscalía General de la Nación de la ley de extinción del dominio contra los bienes que eran utilizados para actividades ilegales.

Así delinquía la red de trata de personas

Las autoridades revelaron los detalles de una de las operaciones, conocida como ‘Dignidad’, en la que fue golpeada una red de trata de personas, conformada por 15 presuntos delincuentes, responsables de la explotación sexual de mujeres procedentes de Venezuela.

Según la investigación de la Policía, las mujeres eran contactadas en Cúcuta y trasladadas a Bogotá con promesas falsas de oferta de trabajo digno.

Sin embargo, al llegar a la capital del país eran retenidas en locales de prostitución, ubicados en el barrio Santa Fe, en los que permanecían encerradas tras rejas, puertas y ventanas aseguradas con candados para evitar que escaparan.

Con base en los resultados de las pesquisas, las autoridades alertaron sobre cómo el grupo criminal utilizaba las redes sociales para contactar a las víctimas. Como señuelo creaban perfiles falsos con atractivas ofertas laborales dirigidas a mujeres venezolanas.

Golpe a siete estructuras de microtráfico

Así mismo, la Policía Nacional dio a conocer que en la operación capturaron a más de 90 personas presuntamente vinculadas con el tráfico de estupefacientes, que harían parte de siete estructuras delictivas en el sector de Los Mártires.

Las investigaciones revelaron que estas personas utilizaban a menores de edad para el tráfico de drogas, así como a algunos habitantes de calle y trabajadoras sexuales. Entre los capturados hay nueve personas de nacionalidad venezolana.

En la acción contra la delincuencia, la Policía realizó seis extinciones de dominio, 20 suspensiones de establecimientos comerciales y 15 cierres definitivos de locales que no cumplían con los requerimientos para su actividad comercial.

Entre los lugares ocupados, las autoridades destacaron el golpe contra ‘La Fortaleza’, un inmueble utilizado por una organización delictiva para el expendio y consumo de estupefacientes.

Según la Policía, allí obtenían ganancias que oscilaban entre los 35 y 40 millones de pesos semanales. En promedio, a diario ingresaban entre 1.000 y 1.500 personas para comprar y consumir estupefacientes.

Las puertas del inmuebles estaban reforzadas con láminas de acero, sistemas de pines de seguridad, muros de concreto y circuitos cerrados de televisión. Además, la organización había adecuado puntos de escape interconectados con viviendas aledañas.