Economía

Sorpresas de la Ley de Financiamiento en su recta final

Foto de archivo

En plena época decembrina se siguen revisando decenas de propuestas para reunir los $7 billones de pesos de recaudo a los que pretende llegar la ponencia. Experto de BDO en Colombia, analiza cuáles son los impuestos que se analizan en esta recta final y que más impactarían tanto a empresas como a particulares desde el 2019.

En contados días termina la incertidumbre en materia tributaria para los colombianos, pues mientras se definen los últimos detalles de la ponencia de la ley de financiamiento, siguen surgiendo temas preocupantes sobre posibles impuestos, tanto para los empresarios como para los particulares.

Daniel Bulla, Gerente de Impuestos de la firma BDO en Colombia se dio a la tarea de analizar cuáles con las principales propuestas que podrían afectar en mayor medida a los colombianos luego de aprobarse la nueva reforma tributaria, bautizada por el gobierno como la ley de financiamiento.

Según Bulla, la reforma mantiene desde su propuesta inicial una serie de medidas que benefician a las empresas como la baja en la tarifa del impuesto a la renta corporativa, el marchitamiento de la renta presuntiva y el descuento del IVA y el ICA en el impuesto de renta con lo cual se favorecería la inversión, sin embargo, se conservan medidas contradictorias como el aumento al impuesto a los dividendos.

En cuanto a los productos de consumo, la más reciente propuesta es la definición del IVA plurifásico a gaseosas y cervezas, que se puede convertir en un IVA bifásico, en fábrica y en la distribución de grandes superficies, para liberar a los tenderos que deberían inclinarse por invocar el nuevo régimen SIMPLE y al comprador final del alza.

Frente a esto “Más que una estrategia de recaudo, este tipo de medidas lo que pretende es desincentivar el consumo de alcohol. Con la propuesta, seguramente no se incrementará dramáticamente el recaudo toda vez que estas bebidas ya pagaban el impuesto, pero en sede del importador o de productor”, afirma Bulla.

Para el experto de BDO en Colombia, algo sumamente negativo en el proyecto es la incorporación de un impuesto nuevo al consumo de inmuebles cuyo valor supere los 918 millones aproximadamente del 2%, gravamen diferente del IVA que adicional a encarecer las viviendas, prohíbe su descuento afectando directamente al constructor.

En su análisis, Bulla dice: “La primera venta de vivienda a este nivel ya estaba gravada con un IVA del 5% lo cual, aunque en demerito de los compradores finales representaba para los constructores un alivio en sus finanzas al poder recuperar los impuestos pagados en la cadena de construcción, este impuesto al consumo es un retroceso en lo que ya se había logrado con la última reforma y no solo mantiene castigada la vivienda sino afecta al sector que tal vez más impulso le da al flagelo del desempleo en el país”.

Aunque ya se ha conocido el parte de que no se incluirá un impuesto a las operaciones con dinero plástico, con la posibilidad de gravar, solamente, las transacciones en las casas de cambio, la propuesta continúa sobre la mesa y quedará en manos de las decisiones finales del congreso, pero sorpresas pueden darse aún.

Finalmente, y con respecto a la tarifa adicional de 39 % para gravar a las personas naturales que ganan hasta 100 millones, asegura Bulla que esto es lo normal en un sistema tributario, “el que más tiene debe contribuir más y frente a todas las cédulas que actualmente existen, solo han servido para disgregar los ingresos por varias depuraciones llegando a erosionar el impuesto al final del día. Ahora bien, la tarifa adicional es una medida que propende por hacer más equitativo el sistema, pero puede dar un mensaje equivocado invitando a planeación tributaria del tenor de recibir estas sumas por fuera del país o reubicar la residencia tributaria en otras jurisdicciones.

Al dirimirse estas discusiones, que deben ser consolidadas en pocos días y que pese a su sustancialidad surtirán un debate contrarreloj en el legislativo, sólo quedarán pendientes los debates finales, las conciliaciones de textos (en donde esperamos no ocurra nada anormal), la sanción presidencial y el anuncio de año nuevo que traerá las poco “halagadoras” noticias, con las que tendremos que convivir la mayoría de los colombianos.