Por: Diego Calle Pérez.
CORTO Y PUNTUAL
Citaron en las horas de la tarde y la gente llega cumplida como para cita médica. Fueron llegando de distintos barrios de la ciudad, muchos de los invitados se conocían y otros acudieron por compromiso con el amigo que convoca con 15 días dejando razón en el WhatsApp. Es el primero de varios encuentros, para animar el año electoral, dentro de la agenda que se viene de casi 9 meses, como embarazo, y que tiene fecha sin prorroga, para octubre.
El punto de encuentro del evento, es un sitio referente de la ciudad, sea por la calle o por lo que representa el edificio. Se puede llegar en metro, en bus, en taxi, en uber, en moto, en carro particular y con descuento en el parqueadero de al lado. Los animadores presentan videos y pregrabados de otros años de vida electoral. Podríamos contar 600 y hasta 800 asistentes. Hay aplausos y ovaciones sin ni siquiera llegar el anfitrión. Cuarenta minutos después de la hora citada, llega nuestro personaje, que por demás, hace una entrada parecida a la de un obispo llegando a las confirmaciones de la parroquia. Todos le quieren saludar, tomarse la foto y decirle estamos presente, presente, presente. Muchos lo siguen desde años atrás y otros apenas empiezan a gestionar la nueva lista para la mesa de votación.
Todos los que asisten, en su gran mayoría, le deben un favor grande, mediano, pequeño, cualquier contrato o una provisionalidad. Antes de la intervención central, hay música, reggaetón, champeta y bachata, carrilera y hasta ranchera. La intervención del candidato es corta y no quiere alargar su presentación por ser la primera de las muchas que vienen en casi 8 meses. Al final, todos se van con refrigerio a sus barrios y con la convicción de tener presente el nombre y el personaje que nuevamente hace gala de su credibilidad como político de la ciudad. Sin hacer un rosario de fe, propone proyectos que se pueden viabilizar, siempre y cuando sea favorecido con el aval y con el voto de los muchos que asistieron al primer certamen, que muestra, que tiene bastante acogida para ser cabeza de lista para concejal o ser alcalde de la ciudad. Buscando el voto, en un año electoral.