Internacional

EE.UU.: Trump llegó por sorpresa a cumbre del clima de la ONU, pero no intervino

El presidente de Estados Unidos Donald Trump, llegó por sorpresa este lunes al auditorio de Naciones Unidas donde se celebra la Cumbre de Acción Climática, pero no intervino en esa reunión de alto nivel a la que no estaba previsto que acudiera.

Trump, cuya prevista ausencia en la cumbre era uno de los aspectos más comentados de la cita, llegó a la reunión cuando el primer ministro de la India, Narendra Modi, comenzaba su discurso, y le aplaudió cuando finalizó.

El mandatario también escuchó a la canciller alemana, Angela Merkel, y abandonó la sala cuando comenzaba un panel encabezado por el presidente de Chile, Sebastián Piñera.

Trump había negado este domingo que su prevista ausencia en la cumbre sobre el clima fuera una señal de que «desprecia» el tema, al asegurar que simplemente estaba «muy ocupado».

«Hoy voy a Texas por las inundaciones, que son muy importantes para mí. Y el cambio climático, todo es muy importante», afirmó Trump el domingo.

Bajo el Gobierno de Trump, Estados Unidos ha decidido abandonar el Acuerdo de París sobre el clima y dar marcha atrás a muchos de sus compromisos, adoptados en 2015 por el expresidente Barak Obama.

El mandatario, un escéptico del cambio climático, ha contraprogramado de hecho la Cumbre del Clima con una reunión sobre la protección de la libertad religiosa que comenzó poco después de su la reunión climática, y también dentro de la sede de Naciones Unidas.

La cumbre de Trump sobre libertad religiosa

Donald Trump, perfiló ante la ONU una imagen de su país como un lugar acogedor para las víctimas de persecución religiosa en el mundo, a pesar del discurso antimusulmán que caracterizó su campaña electoral y de sus políticas para restringir la entrada de refugiados.

«Estados Unidos siempre será una voz para las víctimas de la persecución religiosa, en todas partes. No importa donde vayan, tienen un lugar en los Estados Unidos», dijo Trump en su discurso en la Reunión Global para Proteger la Libertad Religiosa, en la sede de las Naciones Unidas.

En la cita sobre libertad religiosa, Trump anunció que Estados Unidos invertirá «25 millones de dólares para proteger la libertad religiosa y lugares y reliquias religiosas» en todo el mundo, y coordinará la creación de una «coalición de empresas estadounidenses para la protección de la libertad religiosa».

«Pido a todos los países del mundo que se unan a nosotros en este deber moral urgente», subrayó Trump.

«Honren el derecho eterno de todas las personas a seguir su conciencia, vivir de acuerdo con su fe, y dar gloria a Dios (…). Detengan los crímenes contra la gente de fe. Liberen a los prisioneros de conciencia (…). Protejan a los vulnerables, los indefensos y los oprimidos», agregó.

Su afirmación de que esos colectivos «tienen un lugar en Estados Unidos» chocó con su promesa electoral de 2016 de «prohibir completa y totalmente la entrada de los musulmanes» al país, un objetivo que trató de poner en práctica con varias versiones de su veto migratorio.

La tercera versión de ese veto sigue en vigor e impide la entrada al de los ciudadanos de varios países de mayoría musulmana -Libia, Irán, Somalia, Siria y el Yemen-, además de imponer restricciones a algunos ciudadanos venezolanos y norcoreanos.

Las palabras de Trump llegaron además en un momento en el que su Gobierno se está planteando reducir a cero el número de refugiados que pueden entrar en Estados Unidos cada año, y que en 2019 ya tiene un límite de 30.000, el nivel más bajo desde 1980.

La promoción de la libertad religiosa en el mundo se ha convertido en una prioridad de Trump debido a la influencia de su vicepresidente Mike Pence y su secretario de Estado, Mike Pompeo, que son cristianos evangélicos y comparten religión con uno de los bloques de votantes estadounidenses más fieles al mandatario.

Pence habló en la reunión justo antes que Trump y arremetió contra Nicaragua, al asegurar que «está prácticamente librando una guerra contra la Iglesia católica», y Venezuela, donde dijo que el chavismo «usa las leyes contra el odio para procesar al clero».