Panorama Nacional Tema del Día

Irán y EE. UU. se siguen mostrando los dientes mientras ya hay estadounidenses muertos


Mientras los gobiernos de Teherán y Washington seguían amenazándose, tres días después del asesinato del general iraní Qasem Soleimani a manos de Estados Unidos en Irak, varios países europeos emprendían la difícil labor de reducir las tensiones, y en Kenia, el grupo yihadista somalí Al Shabab mató a tres estadounidenses.

Los fallecidos son un soldado estadounidense y dos contratistas del Departamento de Defensa, mientras que otros dos estadounidenses resultaron heridos.

La base militar donde tuvo lugar el ataque, Manda Air-strip, está en Lamu, fronterizo con Somalia, y es utilizada por el Ejército keniano y tropas estadounidenses. Al Shabab, afiliado a la red de Al Qaeda, se atribuyó el ataque en un comunicado.

En Bagdad, capital iraquí, donde el viernes en la madrugada un dron atacó al general iraní, dos cohetes cayeron ayer cerca de la embajada de EE. UU., pero no causaron daño. Desde hace más de dos meses, decenas de cohetes han caído en zonas donde se encontraban diplomáticos y militares estadounidenses en Irak, y hasta la fecha mataron a un contratista estadounidense, a finales de diciembre.

El hecho de este domingo se dio poco después de que el Parlamento iraquí pidió la expulsión de las tropas estadounidenses como castigo por el atentado contra el general iraní.
Parlamento Irak

En el Parlamento de Irak, ante la ausencia de los diputados kurdos y de la mayoría de diputados suníes se pidió la salida de las tropas de Estados Unidos.

En el Parlamento, ante la ausencia de los diputados kurdos y de la mayoría de diputados suníes, numerosos representantes corearon: “¡No a Estados Unidos!”.El jefe del Parlamento, Mohamed al Halbusi, leyó la decisión que “obliga al Gobierno a preservar la soberanía del país retirando su petición de ayuda” lanzada internacionalmente para combatir al grupo yihadista Estado Islámico.

El asesinato del general iraní subió la tensión en Oriente Próximo, pues, por un lado, Teherán clama “venganza” y, por otro, el presidente estadounidense, Donald Trump, amenaza con destruir 52 objetivos iraníes, tantos como el número de rehenes que durante más de un año hubo en la embajada estadounidense en la capital iraní en 1979.
Qasem Soleimani Irán

Ciudadanos iraníes portan el féretro del comandante de la Fuerza Quds de los Guardianes de la Revolución iraní, el general Qasem Soleimaní, en la ciudad de Mashhad, Irán.
Foto:

Anoche Donald Trump amenazó con tomar “represalias importantes” si Irán lanza ataques y a Irak le dijo que podría recibir sanciones “muy grandes” si expulsa a las tropas de Estados Unidos de su territorio.

Las brigadas Kataeb Hezbolá, la facción más radical de Hashd al Shaabi, pidieron a los soldados iraquíes que se alejen “al menos 1.000 metros” de los lugares donde están presentes los militares estadounidenses a partir de anoche, insinuando que estos sitios podrían ser el blanco de ataques.

El secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, cuyo país cuenta con 5.200 soldados en Irak, dijo que “esas amenazas son irrelevantes y, además, vienen de unas brigadas de matones”. Unos 3.500 soldados comenzaron a llegar a Oriente Próximo para proteger intereses estadounidenses.

Frente al aumento de las tensiones, Washington ya había anunciado el despliegue de 3.500 soldados más en la región.

Y la canciller alemana, Angela Merkel; el presidente de Francia, Emmanuel Macron, y el primer ministro británico, Boris Johnson, acordaron ayer trabajar juntos para reducir las tensiones en Oriente Próximo.