Caso oso Chucho: Corte asegura que animales no son sujetos de derechos
La Sala Plena de la Corte Constitucional determinó, en el marco de la tutela con la que pedían la libertad del oso Chucho del zoológico de Barranquilla, que los animales no pueden ser considerados como sujetos de derechos, sino como objetos de protección constitucional.
El Alto Tribunal tomó la decisión tras estudiar la tutela que buscaba liberar a ‘Chucho’ por medio de la figura del habeas corpus, pero los magistrados determinaron que esta solo es aplicable para seres humanos.
Los togados determinaron que aunque los animales son «seres sintientes» no pueden compartir un derecho que solo es aplicable a los humanos.
La tutela la interpuso el abogado Luis Domingo Gómez para lograr la libertad del oso, se basó en el habeas corpus, que de acuerdo con la ley colombiana, ampara la libertad personal cuando se considera que alguien es privado de ella con violación de sus garantías constitucionales o legales, o esta se prolongue de manera ilegal. En el caso de Chucho, la solicitud no se refería a su libertad en sí, sino que se lo devolviera a su hábitat natural.
Chucho nació en la reserva La Planada del municipio de Ricaurte, Nariño, Una región con temperaturas promedio de 10°C en sus zonas más altas y 16°C en las más bajas.
El oso andino o de anteojos es una especie en peligro de extinción en Colombia, por lo cual se ha procurado la protección de la especie desde distintos entes ambientales. Esto motivó, en 1998, el traslado de Chucho y su hermana desde La Planada hasta la Reserva Río Blanco. Allí fue acogido por la Alcaldía de Manizales y Corpocaldas, un ente que administra los recursos naturales y ambientales en el departamento de Caldas.
Allí Chucho creció en soledad luego de que su hermana falleciera de cáncer, y contaba con un cuidado “limitado”, bajo la vigilancia.
El abogado Carlos Mendoza, asesor legal del zoológico de Barranquilla, aseguró que Chucho se escapó en dos oportunidades de la reserva, y se temía no solo que causara daños a las personas de la región, sino que estas a su vez intentaran agredirlo como mecanismo de defensa.
Estas fueron las razones por las cuales la Alcaldía de Manizales y Corpocaldas decidieron donar el animal al zoológico de Barranquilla, donde hoy habita en un recinto de 152 metros cuadrados, que cuenta con un cerramiento en muro y un techo enmallado, donde recibe una dieta balanceada con frutas y verduras diseñada por nutricionistas especializados en vida silvestre.