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Las situaciones más jocosas y ridículas que nos ha traído la cuarentena

Varias empresas tomaron la medida de enviar a sus trabajadores a realizar home office para no exponerlos a un contagio de virus COVID-19; sin embargo, quienes no tienen experiencia en realizar su trabajo desde casa nos han regalado unos momentos realmente jocosos.

En redes sociales circula un video en el que una mujer está realizando una videoconferencia; ella está vestida de forma muy formal, como si estuviera en su lugar de trabajo, y todo parece marchar de maravilla.

Hasta que la situación cambia cuando un hombre aparece a cuadro en calzones y con una playera de los Gallos de Querétaro, quien, justo cuando está a punto de preguntarle algo a la mujer, se da cuenta de que ella se encuentra en una videoconferencia.

El hombre trata de huir rápidamente y solo logra golpearse con algo; mientras tanto la mujer, sin despegar su mirada de la cámara, solo le hace señas al intruso para que se retire. Al final se lleva una mano a la cabeza y pide disculpas.

Otra situación bastante peculiar ocurrió en una videoconferencia con 11 personas conectadas. En el clip, difundido en redes sociales, se ve cómo una mujer, identificada como Jennifer, camina por los pasillos de su casa mientras se realiza la video llamada.

Para sorpresa de todos sus compañeros, la chica se mente al baño, pone el teléfono en el piso, se baja los pantalones y se sienta en el WC con total despreocupación.

En las imágenes se puede ver cómo todos tratan de aguantarse la risa y seguir con la conferencia. De pronto Jennifer se da cuenta y aleja el teléfono.

Otro momento totalmente irreal nos los regaló un sacerdote italiano, quien, ante el cierre de las iglesias durante la cuarentena, decidió transmitir en vivo una misa por medio de Facebook. Lamentablemente para él (y para fortuna de nosotros) encendió por error los filtros y la misa fue más amena.

Otra situación extraña que nos ha regalado la cuarentena, es una nueva forma de sacar a pasear al perro para que haga sus necesidades sin la necesidad de salir de casa y contraer el COVID-19.

En un video difundido en redes sociales, se ve cómo una persona amarró a su perro con una cuerda muy larga y lo bajó por el balcón de la primera planta. Pasados unos minutos, tiran de la cuerda y el perro regresa a su hogar.