Un domiciliario a quien los asistentes a la rumba no le pegaron el pedido que hicieron, fue el encargado de denunciar a las autoridades que en una vivienda de la localidad de Usaquén se realizaba una fiesta con más de 40 personas, a pesar de las restricciones de aislamiento obligatorio para combatir el contagio con COVID-19.
El coronel Nelson Quiñones, de la Policía de Bogotá, indicó que el grupo de jóvenes llevaba alrededor de tres días al interior de una casa hotel ubicada en la calle 117 con carrera Novena.
El domiciliario hizo la denuncia luego que no le pagaran el pedido de bebidas alcohólicas y comidas rápidas que los participantes de la fiesta habían solicitado.
Al lugar acudieron unidades de la Policía por Cuadrantes, pero al no permitirsele la entrada pidieron apoyo de unidades del Cuerpo de bomberos de Bogotá, quienes lograron romper un candado del antejardín y luego forzar la cerradura principal.
Es así como la Policía encontró al interior de la casa a 23 hombres y 18 mujeres, entre ellas algunas menores de edad, que estaban violando la medida de aislamiento obligatoria, le pagaran sus servicios.
En el sitio, las autoridades hallaron botellas de desocupadas, bebidas energizantes y hasta drogas.
Tremenda rumba, en medio de la cuarentena, tenían armada en esta residencia de Usaquén ( la segunda localidad con más casos de Covid 19) Cuarenta personas, incluidos menores de edad, departían con licor y sustancias psicoactivas según las autoridades. Detalles en #CityNoticias pic.twitter.com/FtWGhmnoJD
— Johnatan Nieto B. (@jnietoblanco) April 20, 2020