El Papa Francisco al Presidente de Colombia: “Tomen decisiones a favor del planeta»
–El Papa Francisco le envió una carta al Presidente de Colombia Iván Duque, como anfitrión de la Jornada Mundial del Ambiente que se celebra este viernes 5 de junio, en la cual pide tomar «decisiones a favor del planeta», tras recordar que la protección del medio ambiente y el respeto a la biodiversidad del planeta “son temas que nos conciernen a todos”.
“No podemos pretender estar sanos en un mundo que está enfermo”, señala Francisco en su carta. «Las heridas provocadas a nuestra madre tierra son heridas que sangran también en nosotros”.
También ha expresado su preocupación por el ecosistema:
“El cuidado de los ecosistemas necesita una mirada de futuro, que no se quede sólo en lo inmediato, buscando una ganancia rápida y fácil; una mirada que esté cargada de vida y que busque la preservación en beneficio de todos”.
En su carta al presidente Duque, el Pontífice afirma que “nuestra actitud ante el presente del planeta debería comprometernos y hacernos testigos de la gravedad de la situación. No podemos permanecer mudos ante el clamor cuando comprobamos los altísimos costos de la destrucción y explotación del ecosistema”.
Insistió en que “no es tiempo de seguir mirando hacia otro lado indiferentes ante los signos de un planeta que se ve saqueado y violentado, por la avidez de ganancia y en el nombre, muchas veces, del progreso”.
“Está en nosotros la posibilidad de invertir la marcha y apostar por un mundo mejor, más saludable, para dejarlo en herencia a las generaciones futuras. Todo depende de nosotros; si de verdad lo deseamos”, aseveró.
“El cuidado de los ecosistemas necesita una mirada de futuro, que no se quede sólo en lo inmediato, buscando una ganancia rápida y fácil; una mirada que esté cargada de vida y que busque la preservación en beneficio de todos”.
En su carta al presidente Duque, el Pontífice afirma que “nuestra actitud ante el presente del planeta debería comprometernos y hacernos testigos de la gravedad de la situación. No podemos permanecer mudos ante el clamor cuando comprobamos los altísimos costos de la destrucción y explotación del ecosistema”.
Insistió en que “no es tiempo de seguir mirando hacia otro lado indiferentes ante los signos de un planeta que se ve saqueado y violentado, por la avidez de ganancia y en el nombre, muchas veces, del progreso”.
“Está en nosotros la posibilidad de invertir la marcha y apostar por un mundo mejor, más saludable, para dejarlo en herencia a las generaciones futuras. Todo depende de nosotros; si de verdad lo deseamos”, aseveró.
en la que también expresa su preocupación por el ecosistema.
La celebración del Día Mundial del Ambiente, que tenía su sede en Bogotá, pero a causa de la pandemia por Covid-19, tuvo que transformarse en una reunión virtual.
En su mensaje, el Papa Francisco advierte que los peligros que amenazan actualmente nuestro planeta “debería comprometernos y hacernos testigos de la gravedad de la situación”, pues – subraya – “no podemos permanecer mudos ante el clamor cuando comprobamos los altísimos costos de la destrucción y explotación del ecosistema».
Recordando la reciente celebración del quinto aniversario de su Carta encíclica Laudato si’ – que atrae la atención al grito que nos lanza la madre tierra – exhorta a reflexionar a la luz de ese Documento y así, «todos juntos tomar mayor conciencia del cuidado y protección de nuestra Casa común, así como de nuestros hermanos y hermanas más frágiles y descartados de la sociedad”.
Por último, destaca su aliento en esta tarea que han emprendido, “para que sus deliberaciones y conclusiones sean siempre a favor de la construcción de un mundo cada vez más habitable y de una sociedad más humana, en la que todos tengamos cabida y en la que nadie sobre”.
Este es el texto integral de la carta del Papa al presidente Iván Duque:
Señor Presidente:
Me es grato dirigirme a usted, a todos los miembros organizadores, y a los participantes de la Jornada Mundial del Medio Ambiente, que este año tendría que celebrarse de manera presencial en Bogotá, pero a causa de la pandemia Covid-19, se va a tener de forma virtual. Es un desafío que nos recuerda que ante la adversidad siempre se abren nuevos caminos para estar unidos como gran familia humana.
La protección del medio ambiente y el respeto a la “biodiversidad” del planeta son temas que nos conciernen a todos. No podemos pretender estar sanos en un mundo que está enfermo. Las heridas provocadas a nuestra madre tierra son heridas que sangran también en nosotros. El cuidado de los ecosistemas necesita una mirada de futuro, que no se quede sólo en lo inmediato, buscando una ganancia rápida y fácil; una mirada que esté cargada de vida y que busque la preservación en beneficio de todos.
Nuestra actitud ante el presente del planeta debería comprometernos y hacernos testigos de la gravedad de la situación. No podemos permanecer mudos ante el clamor cuando comprobamos los altísimos costos de la destrucción y explotación del ecosistema. No es tiempo de seguir mirando hacia otro lado indiferentes ante los signos de un planeta que se ve saqueado y violentado, por la avidez de ganancia y en el nombre —muchas veces— del progreso. Está en nosotros la posibilidad de invertir la marcha y apostar por un mundo mejor, más saludable, para dejarlo en herencia a las generaciones futuras. Todo depende de nosotros; si de verdad lo deseamos.
Hemos celebrado recientemente el quinto aniversario de la Carta encíclica Laudato si’, que atrae la atención al grito que nos lanza la madre tierra. Los invito también a ustedes a ser partícipes del año especial que he anunciado para reflexionar a la luz de ese Documento. Y así, todos juntos, tomar mayor conciencia del cuidado y protección de nuestra Casa común, así como de nuestros hermanos y hermanas más frágiles y descartados de la sociedad.
Por último, los animo en esta tarea que han emprendido, para que sus deliberaciones y conclusiones sean siempre a favor de la construcción de un mundo cada vez más habitable y de una sociedad más humana, en la que todos tengamos cabida y en la que nadie sobre.
Y, por favor, les pido que recen por mí. Que Jesús los bendiga y la Virgen Santa los cuide.
Cordialmente, Francisco