También se dejó para después del 20 de julio la iniciativa que dicta normas para el control, vigilancia y sanción de la violencia política contra la mujer.
Con diversos puntos de vista, en su mayoría contrarios para aprobar el proyecto de que modifica el Código Civil y prohíbe el matrimonio de menores de edad, fue aplazada en la Comisión Primera la decisión, con el argumento de la necesidad de escuchar a la ciudadanía, asociaciones de padres y de expertos en temas de familia para ajustar la iniciativa.
La misma plantea reformas a los artículos 116 y 140, numeral 2, y deroga el 117 del Código Civil.
El ponente de la iniciativa, senador Santiago Valencia, del partido Centro Democrático, defendió la propuesta argumentando que de esa manera se protegería a las menores de edad que en varias regiones del país son entregadas bajo el matrimonio por conveniencia económica, social u otro tipo de intereses de las familias, lo que va en contra de los derechos de los menores y de la dignidad humana al ser consideradas como un objeto.
El congresista también expuso que con la norma se podría evitar los embarazos prematuros que impiden el desarrollo de la madre por su inmadurez y les impide su desarrollo integral en lo socio cultural y capacitación entre otros.
Argumentó también que “no es un problema ideológico, pero, antes los matrimonios se hacían fuera de los sentimientos, eran decisiones impuestas por los padres, los países más liberales lo han prohibido y no tienen que ver con sexo. La Unicef dice que afecta a las familias y que las niñas especialmente son obligadas a hacerlo por ser descartadas por las familias pobres que las creen cargas o que son entregadas casándolas con hombres mayores y son objeto de violencia, embarazos precoces, obligadas a trabajos forzados, enfermedades venéreas y maltrato y lo que se busca es protegerlas de esas situaciones”.
“Cerrar el ciclo al maltrato pero no prohibir el sexo entre ellos”, reiteró al finalizar su exposición ante sus colegas en el desarrollo del debate.
Opiniones contrarias
El proyecto no tuvo la acogida que se esperaba ante los argumentos ventilados por el Presidente de la Comisión y se conocieron otros puntos de vista que no aprueban dicha iniciativa para prohibir el matrimonio de los menores.
Su colega, Roy Barreras del Partido de la U, no está de acuerdo y manifestó que se declara en contra y que el proyecto no puede prohibir que existan relaciones sexuales entre menores de 18 años de edad, ya que incluso las estadísticas de la Unicef, señalan que ellos tienen relaciones desde los 16 años y eso no solo se hace en los matrimonios, sino en la cotidianidad actual.
Por su parte, el senador liberal Luis Eduardo Velasco recomendó no aprobar y argumentó que la libertad es lo más fundamental del ser humano y por lo tanto es necesario imponer reglas al vivir en comunidad. “Lo importante es cuidarse para evitar embarazos, pero no coartar la libertad del desarrollo de los menores y adolescentes. Reforzar la política de salud reproductiva evitando los embarazos con campañas educativas. El amor y las ganas no se quitan con las leyes”, sentenció.
El congresista Gustavo Petro, de Colombia Humana, dijo que la ley no puede prohibir las hormonas. Las mujeres hoy actúan por las hormonas y en todos los estratos la mujer aprendió a seguir sus hormonas, no la imposición de los padres.
“Actualmente las niñas al no ver alternativas de futuro en la vida optan por el matrimonio, pero cuando se abre la expectativa de la educación ellas se cuidan para poder ingresar a estudiar y la tasa de embarazo baja sustancialmente, como se pudo comprobar en mi pasada administración como Alcalde del Distrito Capital, donde se aplicó esta medida. Eso es lo que hay que hacer para que no se vuelva carga en las familias, sino cuando ellas estudian y se capacitan para su ascenso personal y por ese y otros motivos, no acompaño la propuesta legislativa de prohibir el matrimonio de menores”, concluyó.
“Necesidad económica, más que afectiva”
Para el senador del partido de las Farc, Julián Gallo, no es procedente y eso iría en contravía de las realidades de nuestra sociedad. “Ahora la gente no se está casando, sino se va a vivir, por lo tanto ese proyecto de ley prohibir los matrimonios no es consecuente con lo que se quiere a través de la norma y los problemas no se pueden erradicar con la prohibición. La unión libre se impone también y eso no se puede prohibir. Se debe apuntar a una política de educación, es más frecuente ese problema en los campos, donde las condiciones socioeconómicas se someten más por una necesidad económica que efectiva. Énfasis en la educación con política del estado”.
La legisladora María Fernanda Cabal (Centro Democrático) se pronunció al respecto indicando: “Ya de hecho no se casan y se van simplemente a vivir, pero no se casan y eso es difícil de prohibir. La destrucción de la familia es el fondo y no prohibir esos matrimonios. Los subsidios del Estado para las madres cabeza de familia pobres que reciben recursos por el número de hijos, termina incentivando más embarazos y no es por falta de educación, sino de subsistencia ante el abandono que son objeto en su mayoría por sus parejas. La política pública actual no sirve por culpa de la asistencia social y cuando más tienen hijos les dan, pero siguen en la pobreza”, indicó.
El senador conservador del departamento de Nariño Eduardo Enríquez fue más concreto al pronunciarse en contra del proyecto señalando que asiste la duda que la norma puede ser declarada inexequible. “La Corte la puede calificar a la jurisprudencia al libre desarrollo de la personalidad como a la libertad, como al derecho fundamental consagrada en nuestra Constitución Política Nacional”.
Quien sí apoyó el citado proyecto fue Paloma Valencia, copartidaria del ponente. quien se refirió al tema con los siguientes argumentos: “Es disfrazar la libertad de las niñas. Como se puede constatar en La Guajira las venden y las casan, es lamentable y no confundir libertad con los abusos de las mujeres. En un menor de edad existen presiones y más cuando son económicas.
Tradiciones y el machismo imperan, ellas son víctimas de matrimonios de conveniencia, negocios e intereses de las familias. El matrimonio entre adolescentes es grave también, donde las mujeres son las más perjudicadas, porque los hombres las abandonan y actualmente se ha constatado con el gran número de mujeres cabeza de familia, que también les va mal laboralmente por sus bajos ingresos y tener esa responsabilidad”.
Pidió no confundir la libertad con el abuso. “Este proyecto va a defender los derechos de las niñas”, sostuvo.
“El tema del embarazo de las niñas y adolescentes es el problema y es difícil que ellas puedan salir adelante y viven con menos de un salario mínimo. El matrimonio con menores ayuda a evitar que ellas se conviertan en objeto más no la libertad de ellas. Es un proyecto importante y sugiere realizar foros”, manifestó.
Finalmente, el proyecto de Ley que pretendía prohibir el matrimonio de menores de edad fue aplazado con una votación de 12 en contra y 2 a favor y se volverá a debatir en la próxima legislatura, convocando audiencias públicas para nutrir la iniciativa para perfeccionar los artículos y luego se proceda a su aprobación.
Sanción a violencia contra la mujer
Concluyendo el primer período legislativo en su último día de sesiones, fue aprobado en su primer debate el informe con que termina la ponencia. El proyecto dicta normas para el control, vigilancia y sanción de la violencia política contra la mujer y se dictan otras disposiciones, cuya ponente fue la senadora del partido Alianza Verde, Angélica Lozano.
Establecer mecanismos de protección eliminación y sanción de los actos de violencia política contra las mujeres para garantizar el ejercicio pleno de sus derechos políticos en especial en su condición de integrantes de partidos, movimientos y organizaciones políticas candidatas electas o designadas, así como las mujeres miembros de corporaciones públicas de elección popular, señala el objeto de la iniciativa.
La ponencia presentada por la legisladora fue aprobada por unanimidad y su debate se cumplirá en la próxima legislatura, a fin de escuchar varios planteamientos, ajustar la propuesta y proceder a su exposición para su aprobación, indicó el senador Valencia, al concluir y levantar la sesión para dar por concluido su período como Presidente de la célula legislativa.