Opinión

El Cobalto: el petróleo del siglo XXI

Por: Luis Eduardo Forero Medina
El cobalto, elemento químico de número atómico 27 y símbolo Co, llamado también “el otro coltan” (http://www.radiosantafe.com/2018/04/11/el-coltan-fiebre-del-oro-azul/), es uno de los minerales que podría experimentar un aumento de alrededor del 500% por ser uno de los sustitutos del petróleo que se agotaría en el 2069 según el Consejo Mundial de Energía (WEC); poniéndose en boga primero porque forma parte de todos los móviles como smartphones y dispositivos electrónicos portátiles;

y ahora por el auge de los vehículos eléctricos, que en Colombia el año pasado creció su demanda en un 349% frente a noviembre del 2019; contrariamente a los pronósticos del FMI (Fondo Monetario Internacional), según el cual el alto precio del cobalto podría desestimular la producción de coches eléctricos.
El precio del carbonato de litio, que sube como la espuma, aumentó más de 30% en 2017. El precio del cobalto, aumentó 150% entre septiembre de 2016 y julio de 2018. Por el uso de baterías de litio-cobalto-níquel de alta duración, economía y buena onda con el medio ambiente, ha determinado una demanda progresiva del metal e ingreso a las energías renovables, que colocó a las empresas a realizar compras de futuras producciones para garantizar el abastecimiento. De acuerdo a proyecciones hacia el final de esta década alrededor del 50% de la energía del planeta provendrá de fuentes renovables. El cobalto tiene usos finales tanto metalúrgicos como químicos, utilizándose por siglos para establecer un color azul denso en vidrios, cerámicas, porcelana, vidriar y en esmaltes. En los años sesenta del siglo XX las cervecerías añadían sales de cobalto a la bebida alcohólica para consolidar la espuma. Igualmente, el Co se utiliza como superaleación en motores de aviones y en carburos cementados. El cobalto que se halla en minas, entre ellas muchas artesanales, es la mínima parte encontrarlo en vetas; el Co se localiza en el ambiente cuando se quema carbón o petróleo; el Co se puede atinar en nódulos en el fondo del mar y en meteoritos; el Co se obtiene de reciclar y procesar materiales que lo contienen, como baterías usadas; el Co està en forma natural en la mayoría de las rocas, en el suelo, el agua, en plantas y en animales. También sale cobalto del tubo de escape de vehículos; “Usted puede estar expuesto a pequeñas cantidades de cobalto al respirar aire, tomar agua y comer alimentos que lo contienen”, indica la Agencia para sustancias toxicas y el registro de enfermedades (ATSDR), que agrega que “el cobalto tiene efectos tanto beneficiosos como perjudiciales para la salud. El cobalto es beneficioso para seres humanos porque forma parte de la vitamina B12, que es esencial para mantener buena salud”. De otra parte, cuando el cuerpo absorbe desmedido cobalto pueden ocurrir efectos perjudiciales.
En fin, el Co es un subproducto de níquel y actividades de minas de cobre, actividad que desarrolla El Grupo anglosuizo Glencore que produce cobalto como subproducto de la minería de níquel en Australia y Canadá y de la minería del cobre en la República Democrática del Congo (RDC), en el centro de África, uno de los países más pobres de la tierra que vive tensiones sociales que han desplazado a un estimado de 5 millones de personas entre 2017 y 2019.Del conocido como el Cinturón de Cobre de África, principalmente la República Democrática de Congo y Zambia, proviene más del 50% del cobalto del mundo. En la RDC, según Amnistía Internacional (AI), “trabajan unos 40.000 niños y niñas”, por lo que, señalan que “es muy posible que nuestro teléfono contenga trabajo infantil”. Esa cifra fue mencionada en 2014 por el UNICEF (El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia). “Cuando entramos por primera vez a las minas en 2015 vimos a hombres, mujeres, niños y niñas trabajando allí sin ni siquiera el equipo de protección más básico, como guantes y mascarillas; nos hablaron de los problemas de salud que sufren, que incluyen tos, dolor en los pulmones e infecciones del tracto urinario. En un pueblo que visitamos, la gente nos mostró el arroyo local del que bebían y que, según afirmaban, estaba contaminado por los desechos de una planta de procesamiento de mineral.”, expresó Mark Dummett, responsable de Amnistía Internacional sobre Empresas, Seguridad y Derechos Humanos.
En menores volúmenes el cobalto procede de Rusia, del territorio Nueva Caledonia, Cuba y Filipinas. Actualmente en Colombia no hay reportes oficiales de producción de cobalto. Los minerales de cobalto en mena principal son desconocidos en depósitos de Colombia. “Lo destacable actualmente, en relación con el cobalto, son las lateritas niquelíferas de origen secundario, producto de alteración de rocas ultrabásicas de edad Cretácica, localizadas en Cerromatoso, municipio de Monte Líbano, departamento de Córdoba”. (Servicio Geológico colombiano).
Ese metal lustroso, duro, quebradizo, de color gris-plateado, o blanco rojizo, sin embargo “puede incendiarse espontáneamente en contacto con el aire. Las partículas finamente dispersas forman mezclas explosivas en el aire. Riesgo de incendio y explosión en contacto con oxidantes o acetileno” y cuando se trabaja con ese elemento químico es aconsejable “No comer, ni beber, ni fumar durante el trabajo, enjuagar la boca y dar a beber uno o dos vasos de agua”, indica la OIT (La Organización Internacional del Trabajo).
@luforero4

Los comentarios están cerrados.