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La vacuna AstraZeneca es un 100% efectiva en prevenir muertes y hospitalizaciones

–AstraZeneca anunció este lunes resultados positivos de un ensayo de la vacuna entre más de 32.000 personas en Chile, Perú y Estados Unidos. La vacuna tuvo una efectividad del 79% en la prevención del COVID-19 sintomático y del 100% en la prevención de la hospitalización y la muerte. No se informaron problemas de seguridad.

“Estos datos son una prueba más de que la vacuna Oxford-AstraZeneca es segura y eficaz”, afirmó el director de la Organización Mundial de la Salud, OMS, Adhanom Ghebreyesus, tras conocer los datos hechos públicos por el fabricante de vacunas.

Ya el viernes pasado, el Comité sobre Seguridad de las Vacunas de esa Organización había indicado que “la vacuna AstraZeneca COVID-19, incluida la que se produce en India, sigue teniendo un perfil beneficio-riesgo positivo, con un enorme potencial para prevenir infecciones y reducir las muertes en todo el mundo”.

Los científicos del Comité analizaron cuidadosamente la información disponible sobre eventos de coagulación de la sangre y baja de las plaquetas después de la vacunación con AstraZeneca y concluyeron que el número de eventos tromboembólicos después de las inmunizaciones está en línea con la cifra esperada de diagnósticos de esas afecciones.

“Ambas condiciones ocurren naturalmente y no son infrecuentes. También ocurren como resultado del COVID-19. Las tasas observadas han sido menores a las esperadas para tales eventos”, apuntó el Comité.

El director general de la OMS enfatizó la importancia de que se siga aplicando esta vacuna, al igual que todas las que ya están aprobadas.

“Urgimos a los países a que sigan usando esta vacuna tan importante. La vacuna AstraZeneca es especialmente importante porque constituye más del 90% de las inmunizaciones distribuidas mediante el mecanismo COVAX ”, dijo Tedros.

Agregó que es comprensible que la gente estuviera preocupada por la seguridad de esta vacuna.

“La pregunta con todas las farmacéuticas es si el riesgo de ponérsela es mayor o menor que el riesgo que supone la enfermedad que previene o trata. En este caso, no hay duda, el COVID-19 es una enfermedad mortal y la vacuna Oxford AstraZeneca puede prevenirla. También es imperativo recordar que el propio COVID-19 puede causar coágulos y baja de plaquetas”, recalcó Tedros.

En este sentido, los expertos del Comité pugnaron por dar una educación adecuada a los trabajadores de salud y a las personas vacunadas para reconocer los síntomas de todos los eventos adversos graves después de la vacunación con todas las inmunizaciones contra el COVID-19, de modo que los posibles pacientes puedan recibir atención médica oportuna y adecuada.

El director de Regulación y Precalificación de Vacunas de la OMS, Rogeiro Pinto de Sá Gaspar, y el asesor de la OMS, Bruce Aylward, explicaron que cada vez que se despliega un producto farmacéutico nuevo hay un riesgo y se registran eventos.

“Pero la velocidad con la que reaccionaron los países a las investigaciones sobre AstraZeneca y la presteza con que se ha reanudado la vacunación deben dar confianza a la población para que se siga inmunizando”, señaló Aylward.

Pinto de Sá Gaspar insistió en que lo sucedido con AstraZeneca es normal cuando se aplica una vacuna a millones de personas. “Lo importante es que el sistema está funcionando y los resultados de las investigaciones han sido transparentes”, acotó.

Hasta el momento se han administrado más de 20 millones de dosis de la vacuna AstraZeneca en Europa y más de 27 millones en el resto del mundo de la misma inmunización producida en India.

El doctor Tedros informó que esta mañana habló con los líderes de los Estados del Caribe oriental, donde han logrado evitar infecciones y muertes masivas, pero sufren una grave crisis puesto que sus economías dependen del turismo.

“Esos líderes tienen un mensaje claro al mundo: necesitamos vacunas y las necesitamos ahora”, enfatizó.

Tanto estos países como todos los demás del mundo en desarrollo necesitan un acceso equitativo a las vacunas, reiteró el director general de la OMS.

En la conferencia de este lunes participaron los alcaldes de Freetown, Accra y Bogotá para instar al mundo a tomar medidas que garanticen el acceso de los países pobres a las vacunas para poder derrotar a la pandemia.

La alcaldesa de Bogotá, Claudia López, aprovechó el foro para proponer que se incremente la capacidad de producción global de vacunas incorporando a las ciudades capitales que tengan las condiciones para envasar y distribuir las vacunas de distintas farmacéuticas, como lo hacen actualmente México y Brasil con AstraZeneca.

“Mientras no haya suficiente capacidad de producción global, seguiremos teniendo inequidades en la distribución”, advirtió.

López señaló que este acuerdo entre países y ciudades con las farmacéuticas debería hacerse por medio de contratos de compra, envasado y distribución, “pero también con la transferencia de tecnología a mediano plazo para que más adelante esas ciudades también contribuyan a la producción”.

La intención a largo plazo sería que a estos países nos quede la transferencia de tecnología y conocimiento para producir otro tipo de vacunas, no sólo las COVID-19.

“Colombia tuvo la capacidad de producir vacunas para diferentes enfermedades hasta 2001. Por dejar de hacer la inversión científica y biotecnológica necesaria, perdió esa capacidad desde entonces, hace ya 20 años… ¡y qué caro estamos pagando esa pérdida de capacidad, de conocimiento”, lamentó la gobernante bogotana.

Detalló que Bogotá ha propuesto a cuatro farmacéuticas un acuerdo como el que planteó. Esas empresas son: Sputnik, un portafolio de varias vacunas chinas, AztraSeneca y Johnson & Johnson, y se eligieron porque la tecnología de su vacuna se ajustaría a las capacidades de Colombia.

“Le agradecería profundamente a la Organización Mundial de la Salud que nos facilitara y ayudara a concretar este tipo de acuerdos ya, con varias ciudades capitales. En América Latina Argentina, Brasil y México han avanzado en esa dirección, Bogotá está lista, no sólo tiene la capacidad científica y de alianza de recursos entre los sectores público y privado y tenemos una posición logística privilegiada por nuestra localización geográfica en el centro de América”, puntualizó López.

Antes te terminar su intervención, hizo hincapié en que es “crítico” en América Latina que antes de mayo se haya vacunado a toda la población mayor de 60 años y a todo el personal médico para evitar un tercer pico de contagios.

“Lo único que puede mitigar esa tercera oleada es la vacunación de quienes más riesgo corren y de los más expuestos por razones profesionales”, alertó la alcaldesa.

A propósito del tema, el Comité Consultivo Mundial sobre Seguridad de las Vacunas (GACVS, por sus siglas en inglés) se reunió por medios virtuales para examinar la información y los datos disponibles sobre los casos de tromboembolias (coágulos sanguíneos) y trombocitopenia (baja concentración de plaquetas) notificados tras la administración de la vacuna de AstraZeneca contra la COVID-19.

En un comunicado publicado el fin de semana, el subcomité indicó que examinó los datos obtenidos en ensayos clínicos y los informes sobre seguridad procedentes de Europa (incluido el Reino Unido), India y Vigibase, la base de datos mundial de la OMS de informes relativos a la seguridad de casos individuales.

Tras haber realizado un examen científico exhaustivo de la información disponible, el subcomité emite las siguientes conclusiones y recomendaciones:

-Los beneficios que aporta la vacuna de AstraZeneca contra la COVID-19 (así como la vacuna Covishield) continúan siendo superiores a los riesgos a que expone. Esta vacuna tiene un enorme potencial de prevención de la infección por el SARS-CoV-2 y de reducción de la mortalidad en todo el mundo.

-De acuerdo con los datos disponibles, la administración de vacunas contra la COVID-19 no da lugar a un aumento global de trastornos relacionados con la coagulación, como la trombosis venosa profunda o la embolia pulmonar. Las tasas notificadas de tromboembolias tras la administración de estas vacunas se corresponden con la cifra esperada de diagnósticos de estos trastornos, que ocurren de forma natural y no son infrecuentes, además de poder ser consecuencia de la propia COVID-19. Las tasas observadas de estos eventos han sido inferiores a las esperadas.

-Aunque es cierto que, en Europa, la administración de la vacuna de AstraZeneca contra la COVID-19 se ha asociado con tromboembolias poco comunes y con una incidencia muy baja, acompañadas de trombocitopenia (como la trombosis de los senos venosos cerebrales), no puede afirmarse con certeza que estos efectos se deban a la vacunación.

-El Comité Consultivo para la Determinación del Riesgo en Farmacovigilancia de la Agencia Europea de Medicamentos ha examinado 18 casos de trombosis de senos venosos cerebrales registrados tras más de 20 millones de vacunaciones con la vacuna de AstraZeneca en Europa; por el momento, no se ha concluido que exista una relación causa-efecto (1).

-Es necesario formar adecuadamente a los profesionales de la salud y a las personas que se vacunen para que sepan reconocer los signos y los síntomas de los efectos adversos graves tras la administración de vacunas contra la COVID-19, de forma que los afectados se pongan en contacto con profesionales sanitarios para recibir de inmediato la atención y el tratamiento médicos que necesiten.

-El subcomité del GACVS recomienda a todos los países que continúen haciendo un seguimiento de la inocuidad de todas las vacunas contra la COVID-19 y que fomenten la notificación de presuntos efectos adversos.
Además, este subcomité coincide con la Agencia Europea de Medicamentos en que es preciso seguir investigando y vigilando estos eventos.

-El subcomité del GACVS sobre la COVID-19 continuará examinando los datos relativos a la seguridad de todas las vacunas desarrolladas contra esta enfermedad y, si es necesario, modificará sus recomendaciones en consecuencia.