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Países ricos y de ingresos medios acaparan el 90% de cerca de las 400 millones de vacunas contra covid-19 entregadas hasta ahora

-«Es una brecha que crece cada día y que se está volviendo más grotesca cada día», afirma director de la OMS.

–El reciente desarrollo de las vacunas contra la COVID-19, logrado a una velocidad récord y financiado con fondos públicos masivos de Estados Unidos, la Unión Europea y Reino Unido, representa «un gran triunfo sobre la pandemia», pero este «éxito occidental» ha creado una aguda desigualdad en el acceso a las vacunas, informó The New York Times.

El director general de la Organización Mundial de la Salud, OMS, Tedros Adhanom, calificó de «grotesca» la situación. «Es una brecha «que crece cada día y que se está volviendo más grotesca cada día», precisó.

«Los países que ahora están vacunando a personas más jóvenes y sanas con bajo riesgo de enfermedad lo están haciendo a costa de la vida de los trabajadores de la salud, las personas mayores y otros grupos en riesgo en otros países», afirmó Tedros.

Añadió que más allá de la indignación moral que puede causar, la distribución desigual de vacunas era una mala estrategia desde el punto de vista económico y epidemiológico.

Explicó que mientras más se transmita el virus, hay más probabilidades de que surjan nuevas variantes ante las cuales, a su vez, es probable que las vacunas no sean tan efectivas.

Desde ese punto de vista, consideró que los países ricos se están dando una falsa sensación de seguridad.

«A menos que pongamos fin a esta pandemia lo más pronto posible, nos puede mantener secuestrados en los años por venir», advirtió.

Hasta este lunes, se han administrado más de 455 millones de dosis de vacunas contra el covid-19 en un total de 162 territorios, de acuerdo con cifras recopiladas por AFP.

De estas, sin embargo, solamente 0,1% han sido inyectadas en los 29 países de menores ingresos que albergan a 9% de la población mundial.

Por contraste, 56% de las dosis han sido aplicadas en países de altos ingresos en los que residen 16% de los habitantes del mundo.

Una forma de hacer llegar las vacunas a los países pobres es a través de Covax, un mecanismo global que busca garantizar que 92 de las economías más desfavorecidas puedan acceder a estas inmunizaciones, cuyo costo sería cubierto por donantes.

Hasta este lunes, Covax ha distribuido más de 31 millones de dosis a 57 países y sus planes son lograr distribuir suficientes vacunas para alcanzar hasta 27% de la población de esos 92 países.

Desde el inicio de la pandemia hasta este lunes, se han registrado en el mundo más de 2,7 millones de muertes confirmadas por causa del coronavirus, de acuerdo con cifras de la Universidad Johns Hopkins de Estados Unidos.

Según The New York times, los residentes de países ricos y de ingresos medios han recibido cerca del 90 por ciento de los cerca de 400 millones de vacunas entregadas hasta ahora y, de acuerdo con los pronósticos actuales, muchos de los demás países tendrán que esperar años.

«Cada vez más funcionarios de salud y grupos de apoyo de todo el mundo están pidiendo a los Gobiernos occidentales que utilicen facultades enérgicas, en su mayoría raras veces o nunca antes utilizadas, para obligar a las compañías a publicar las fórmulas de las vacunas, a compartir su conocimiento y técnicas y a aumentar la manufactura» , señaló el informe.

«Los defensores de la salud pública han suplicado ayuda, incluyendo el pedir a la administración Biden utilizar la patente para impulsar un acceso más amplio a las vacunas» , agregó.

Pero «los Gobiernos se han resistido. Al asociarse con compañías farmacéuticas, los líderes Occidentales compraron su lugar al principio de la fila. Pero también han ignorado años de advertencias, y llamados explícitos de la Organización Mundial de la Salud, para incluir términos contractuales que hubieran garantizado dosis para los países pobres o alentado a las compañías a compartir su conocimiento y las patentes que controlan» , se indicó en el informe.

La posibilidad de que miles de millones de personas esperen años para ser vacunadas representa una amenaza de salud incluso para los países más ricos. Por ejemplo, en Reino Unido, en donde la distribución de las vacunas ha sido importante, los funcionarios de salud están rastreando una variante del virus surgida en Sudáfrica, en donde la cobertura de la vacuna es débil. «Esta variante podría mitigar el efecto de las vacunas, lo que significa que incluso más personas podrían enfermarse» , añadió.

Funcionarios de salud occidentales han dicho que nunca fue su intención excluir a los demás, pero con sus propios países enfrentando un enorme número de muertes, la atención está puesta en casa. El tema de compartir las patentes, indicaron, sencillamente nunca surgió, según el informe.

«Esto ha estado centrado en Estados Unidos, pero no ha estado dirigido contra el mundo» , dijo Moncef Slaoui, asesor científico en jefe de la Operación Warp Speed, un programa de la administración de Donald Trump que financió la búsqueda de vacunas en Estados Unidos, citado por el diario. «Todos estuvieron de acuerdo en que una vez que Estados Unidos sea atendido, las dosis de las vacunas irán a otros lugares» , añadió.

El presidente de Estados Unidos, Joe «Biden y Ursula von der Leyen, presidenta de la rama ejecutiva de la Unión Europea, se muestran renuentes a cambiar de rumbo» , dijo el diario.

Biden prometió ayudar a una compañía india a producir unos 1.000 millones de dosis para fines de 2022 y su administración ha donado dosis a México y Canadá, pero ha dejado claro que su atención está en casa, añadió.

«Vamos a empezar por asegurarnos de que los estadounidenses sean atendidos primero» , dijo Biden recientemente. «Pero luego vamos a intentar ayudar al resto del mundo» .

Mientras los países ricos luchan por mantener las cosas como están, otros como Sudáfrica y la India han llevado la batalla a la Organización Mundial del Comercio para buscar una exención a las restricciones de patentes para las vacunas contra la COVID-19, dijo el informe.

Por otra parte, Rusia y China han prometido llenar el vacío. Por ejemplo, el Instituto Gamaleya de Moscú ha formado asociaciones con productores desde Kazajistán hasta República de Corea, según datos de Airfinity, una compañía de análisis científico, y Unicef. Los fabricantes de vacunas chinos han alcanzado acuerdos similares en Emiratos Árabes Unidos, Brasil e Indonesia, añadió el diario estadounidense. (El reciente desarrollo de las vacunas contra la COVID-19, logrado a una velocidad récord y financiado con fondos públicos masivos de Estados Unidos, la Unión Europea y Reino Unido, representa «un gran triunfo sobre la pandemia», pero este «éxito occidental» ha creado una aguda desigualdad en el acceso a las vacunas, informó hoy The New York Times.

Los residentes de países ricos y de ingresos medios han recibido cerca del 90 por ciento de los cerca de 400 millones de vacunas entregadas hasta ahora y, de acuerdo con los pronósticos actuales, muchos de los demás países tendrán que esperar años, indicó el diario.

«Cada vez más funcionarios de salud y grupos de apoyo de todo el mundo están pidiendo a los Gobiernos occidentales que utilicen facultades enérgicas, en su mayoría raras veces o nunca antes utilizadas, para obligar a las compañías a publicar las fórmulas de las vacunas, a compartir su conocimiento y técnicas y a aumentar la manufactura» , señaló el informe.

«Los defensores de la salud pública han suplicado ayuda, incluyendo el pedir a la administración Biden utilizar la patente para impulsar un acceso más amplio a las vacunas» , agregó.

Pero «los Gobiernos se han resistido. Al asociarse con compañías farmacéuticas, los líderes Occidentales compraron su lugar al principio de la fila. Pero también han ignorado años de advertencias, y llamados explícitos de la Organización Mundial de la Salud, para incluir términos contractuales que hubieran garantizado dosis para los países pobres o alentado a las compañías a compartir su conocimiento y las patentes que controlan» , se indicó en el informe.

La posibilidad de que miles de millones de personas esperen años para ser vacunadas representa una amenaza de salud incluso para los países más ricos. Por ejemplo, en Reino Unido, en donde la distribución de las vacunas ha sido importante, los funcionarios de salud están rastreando una variante del virus surgida en Sudáfrica, en donde la cobertura de la vacuna es débil. «Esta variante podría mitigar el efecto de las vacunas, lo que significa que incluso más personas podrían enfermarse» , añadió.

Funcionarios de salud occidentales han dicho que nunca fue su intención excluir a los demás, pero con sus propios países enfrentando un enorme número de muertes, la atención está puesta en casa. El tema de compartir las patentes, indicaron, sencillamente nunca surgió, según el informe.

«Esto ha estado centrado en Estados Unidos, pero no ha estado dirigido contra el mundo» , dijo Moncef Slaoui, asesor científico en jefe de la Operación Warp Speed, un programa de la administración de Donald Trump que financió la búsqueda de vacunas en Estados Unidos, citado por el diario. «Todos estuvieron de acuerdo en que una vez que Estados Unidos sea atendido, las dosis de las vacunas irán a otros lugares» , añadió.

El presidente de Estados Unidos, Joe «Biden y Ursula von der Leyen, presidenta de la rama ejecutiva de la Unión Europea, se muestran renuentes a cambiar de rumbo» , dijo el diario.

Biden prometió ayudar a una compañía india a producir unos 1.000 millones de dosis para fines de 2022 y su administración ha donado dosis a México y Canadá, pero ha dejado claro que su atención está en casa, añadió.

«Vamos a empezar por asegurarnos de que los estadounidenses sean atendidos primero» , dijo Biden recientemente. «Pero luego vamos a intentar ayudar al resto del mundo» .

Mientras los países ricos luchan por mantener las cosas como están, otros como Sudáfrica y la India han llevado la batalla a la Organización Mundial del Comercio para buscar una exención a las restricciones de patentes para las vacunas contra la COVID-19, dijo el informe.

Por otra parte, Rusia y China han prometido llenar el vacío. Por ejemplo, el Instituto Gamaleya de Moscú ha formado asociaciones con productores desde Kazajistán hasta República de Corea, según datos de Airfinity, una compañía de análisis científico, y Unicef. Los fabricantes de vacunas chinos han alcanzado acuerdos similares en Emiratos Árabes Unidos, Brasil e Indonesia, añadió el diario estadounidense. (Con versión de BBC Mundo y Agencia Xinhua).