SuperSalud asegura que le cirujano Camilo Reyes no estaba priorizado para recibir la vacuna contra el Covid-19
El cirujano plástico Camilo Reyes, quien se convirtió en el primer caso de ‘colado’ en la vacunación contra el Covid-19 en el país, no estaba priorizado para la aplicación del biológico según lo confirmó este martes la Superintendencia de Salud.
Primeras versiones señalaban que Reyes habría entregado información falsa para lograr ser vacunado contra el Covid-19 dentro de la población priorizada para recibir una de las primeras 2.388 dosis que llegaron a Santander el pasado 21 de febrero.
El escándalo estalló cuando las autoridades de salud de Santander se percataron que el doctor Reyes había engañado para ‘colarse’ entre el personal médico de primera línea y que debía ser inmunizado con las primeras dosis que llegaron el pasado fin de semana a Santander.
Reyes, que es especialista en cirugía facial y nariz, había notificado que fue llamado por el Ministerio Nacional de Salud para recibir la vacuna, información que desmintió el secretario de Salud de Santander.
Luego de hacer una investigación sobre el caso, la Supersalud reveló que el cirujano plástico aparecía como vacunado en la Fundación Oftalmológica de Santander – Foscal, entidad que habría desconocido los lineamientos del proceso de vacunación, pero realmente recibió la inyección en la Clínica Fosunab de Floridablanca.
«Los documentos remitidos a la Supersalud muestran como si hubiera sido vacunado en la Foscal, que sí tiene ese servicio habilitado, pero al hacer la trazabilidad se encontró que el cirujano realmente fue vacunado en la sede Floridablanca de la Clínica Fosunab, que no tenía habilitado el servicio de vacunación para Covid», señaló el ente de control.
La Supersalud además indicó que el cirujano no fue postulado ni inscrito por la Foscal ni por Fosunab para ser vacunado, ya que no cuenta con vinculación vigente con ninguna de estas clínicas.
Adicionalmente, el cirujano no hacía parte de la población que estaba altamente expuesta al Covid-19, por lo que no podía ser clasificado en la Etapa 1, por lo que, al vacunarlo, presuntamente las clínicas desconocieron los lineamientos impartidos por el Ministerio de Salud.
Se encontró que las dos IPS habrían desconocido sus obligaciones frente al agendamiento de citas y verificación de la priorización para la vacunación, así como la presunta omisión de cotejar si el cirujano se encontraba o no en la base de datos. La Foscal no dio respuesta a la totalidad de los requerimientos realizados por la Supersalud.
Sobre este caso del cirujano plástico, el Superintendente Fabio Aristizábal hizo un llamado a los Tribunales de Ética Médica y a los diferentes Tribunales Éticos de las áreas de la salud, para que, con los casos puestos en conocimiento de manera pública, inicien de oficio las investigaciones sobre estos profesionales que presuntamente se han apartado de los derroteros éticos de su profesión y oficio.