-Human Rights Watch denuncia creciente número de víctimas civiles por los ataques con municiones en racimo rusos.

–La Fiscalía General de Ucrania contabilizó hasta este domingo 379 niños ucranianos muertos y otros 733 heridos desde que comenzó la invasión rusa el pasado 24 de febrero, según un comunicado de la Fiscalía publicado en Telegram y difundido por medios locales.

«Hasta la mañana del 28 de agosto de 2022, más de 1.112 niños se vieron afectados en Ucrania como resultado de la agresión armada a gran escala de la Federación Rusa. Según datos oficiales de los fiscales de menores, 379 niños murieron y más de 733 resultaron heridos”, dice el comunicado.

La Fiscalía General de Ucrania asegura, no obstante, que los datos «no son definitivos, ya que están siendo investigados en las áreas de hostilidades, áreas temporalmente ocupadas y liberadas».

Más de 2.300 centros educativos dañados
De acuerdo con la información de la Fiscalía publicada por la agencia Ukrinform, el mayor número de niños muertos y heridos se ha registrado en la región de Donetsk, con 388; seguida de la región de Járkiv, con 202, y la región de Kiev, con 116.

Según los datos difundidos en Ucrania, el resto de los niños muertos o heridos corresponden a la región de Cherníguiv (68), la región de Mykoláiv (67), la región de Lugansk (61), la región de Jersón (55) y la región de Zaporiyia (44).

Ukriform recuerda en su información que el 26 de agosto murieron dos niños de 8 años y 1 año y 8 meses como consecuencia del bombardeo enemigo de la infraestructura residencial de la aldea de Kamianka, distrito de Pology, región de Zaporiyia.

Durante la guerra, según Ucrania, 2.328 instituciones educativas han resultado dañadas a causa de los bombardeos diarios rusos. De ellas, 289 han quedado completamente destruidas.

Denuncia Human Rights Watch

– El uso repetido de municiones en racimo por parte de las fuerzas rusas ha causado daños predecibles y duraderos a cientos de civiles ucranianos , señaló hoy Human Rights Watch al publicar el informe global Cluster Munition Monitor 2022 de 100 páginas . Tanto Rusia como Ucrania deberían rechazar el uso de municiones en racimo y unirse al tratado internacional de 2008 que las prohíbe.

Ucrania es el único país del mundo donde actualmente se utilizan municiones en racimo, señaló Human Rights Watch. Cientos de ataques con municiones en racimo rusos han sido documentados, informados o denunciados en al menos 10 de las 24 regiones u oblasts de Ucrania. Los datos preliminares muestran al menos 689 víctimas civiles por ataques con municiones en racimo en Ucrania entre febrero y julio de 2022. Las fuerzas ucranianas también parecen haber utilizado cohetes con municiones en racimo en al menos dos ocasiones.

“El sufrimiento inmediato y a largo plazo que las municiones en racimo causan a los civiles hace que su uso hoy en Ucrania sea inconcebible e invariablemente ilegal”, dijo Mary Wareham , directora de defensa de las armas en Human Rights Watch y editora de Cluster Munition Monitor 2022 . “Todos los países deben condenar el uso de estas armas bajo cualquier circunstancia”.

Las municiones en racimo pueden ser disparadas desde tierra por artillería, cohetes y morteros, o lanzadas desde aviones. Por lo general, se abren en el aire, dispersando múltiples bombetas o submuniciones en un área amplia. Muchas submuniciones no explotan en el impacto inicial, dejando fragmentos peligrosos que pueden mutilar y matar indiscriminadamente como minas terrestres durante años, hasta que se eliminen y destruyan.

Una investigación de Human Rights Watch en Kharkiv, la segunda ciudad más grande de Ucrania, encontró que en mayo y junio, las fuerzas rusas lanzaron cohetes de municiones en racimo cuyas submuniciones alcanzaron casas, calles y parques, así como una clínica ambulatoria en un hospital de maternidad y una centro Cultural. Un ataque del 12 de mayo en el pueblo cercano de Derhachi mató instantáneamente a una mujer que cocinaba en su jardín y cortó las piernas de su esposo, quien murió horas después.

La Convención sobre Municiones en Racimo de 2008, que 110 países han ratificado y 13 más han firmado, prohíbe completamente estas armas. No ha habido informes ni denuncias confirmados de nuevos usos, producción o transferencias de municiones en racimo por parte de ningún Estado parte desde que se adoptó la convención el 30 de mayo de 2008. Sin embargo, ningún país ha ratificado la convención desde 2020, y ni Rusia ni Ucrania son fiestas.

Cluster Munition Monitor 2022 rastrea los esfuerzos para erradicar las municiones en racimo por parte de todos los países, independientemente de si se han unido al tratado. En 2021, por primera vez en una década, no se registraron nuevas víctimas por ataques con municiones en racimo, aunque hubo 147 nuevas víctimas por municiones en racimo en ocho países debido a restos de municiones en racimo. Los niños representaron dos tercios de todas las víctimas para las que se registró la edad de las víctimas. Esta notable disminución en las nuevas víctimas de municiones en racimo se ha visto eclipsada por el nuevo uso en Ucrania desde febrero de 2022.

Human Rights Watch descubrió que el estricto estándar establecido por la Convención sobre Municiones en Racimo ha afectado los planes gubernamentales de desarrollo y adquisición, ya que las municiones en racimo están siendo retiradas gradualmente del servicio en muchos de los 47 países con existencias que no se han adherido a la convención.

En 2022, Rusia ha utilizado tanto existencias de municiones en racimo antiguas como nuevas desarrolladas en Ucrania. No hay evidencia que sugiera que las municiones en racimo, tal como las define la convención, se hayan transferido entre la artillería, los sistemas de cohetes y otras armas que el gobierno ucraniano recibió de terceros en 2022.

Otras potencias militares se han resistido a la tendencia positiva de alejarse de las municiones en racimo. China e Irán están investigando y desarrollando activamente nuevos tipos de municiones en racimo.

Estados Unidos fabricó por última vez municiones en racimo en 2016, pero no se ha unido a la prohibición internacional ni se ha comprometido a no producirlas en el futuro.

Según la convención, 37 países que alguna vez poseyeron municiones en racimo han destruido sus existencias, destruyendo colectivamente casi 1,5 millones de municiones en racimo que contienen 178 millones de submuniciones. El total es el 99 por ciento de todas las municiones en racimo que las partes de la convención han informado de almacenamiento.

En 2021 y la primera mitad de 2022, Bulgaria, Perú y Eslovaquia destruyeron al menos 1.658 municiones en racimo y 46.733 submuniciones de sus reservas. Según la convención, los países contaminados por restos de municiones en racimo limpiaron más de 58 kilómetros cuadrados de tierra afectada en 2021, destruyendo al menos 78.424 submuniciones y restos de municiones en racimo.

El Monitor de Municiones en Racimo es el informe de seguimiento anual de la Coalición contra las Municiones en Racimo (CMC), la coalición mundial de organizaciones no gubernamentales cofundada y presidida por Human Rights Watch. El informe se presentará a los países que asistan a la décima reunión anual de la Convención sobre Municiones en Racimo en las Naciones Unidas en Ginebra del 30 de agosto al 2 de septiembre.

“El uso generalizado de municiones en racimo por parte de Rusia en Ucrania es un recordatorio aleccionador de lo que la convención debe superar si quiere terminar con el sufrimiento humano que causan estas armas indiscriminadas”, dijo Wareham. “Los gobiernos que aún no se han sumado a la convención deberían revisar su posición y unirse a otros para ayudar a librar al mundo de las municiones en racimo”. (Con información de DW y HRW).