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El vallenato y los infaltables «saludos»; una práctica que dejó la «bonanza marimbera»

–Las canciones vallenatas se han caracterizado no solo por sus letras, sino también por los «saludos» que incluyen los interpretes a sus amigos o a personajes, unos espontáneos y otros «pagos». De acuerdo con un estudio que hizo el antropólogo Franklin Bonivento van Grieken, estudiante de la Maestría en Historia de la Universidad Nacional de Colombia, el auge de esta práctica se dio en la «bonanza marimbera» en la sierra nevada de Santa Marta, en el Magdalena y regiones aledañas de la Guajira y Cesar.

Interesado por la relación que se tejía entre los saludos vallenatos y el negocio de la marihuana en esa época, Bonivento van Grieken, analizó varios álbumes de cantantes vallenatos famosos, además de documentos de la prensa regional como El Heraldo o El Universal, obras y novelas periodísticas como: La noche de las luciérnagas (1980), o La marihuana no tiene cielo (1980), para encontrar patrones que relacionaran el aumento de saludos y el negocio marimbero.

“En la prensa y los libros hay importantes insumos, entre ellos la entrevista que el periodista José Cervantes Angulo les hizo en el municipio de Becerril (Cesar) a unos capitanes de la Aeronáutica Civil, quienes le dijeron que preferían dejar sus trabajos para iniciarse en el mundo marimbero, por las altas ganancias que podía representarles”, comenta el antropólogo.

Entre 1974 y 1985 la abundante producción de los cultivos de marihuana –coloquialmente marimba– en departamentos como La Guajira, Cesar y Magdalena se dio de manera simultánea al aumento de los saludos que los cantantes vallenatos hacían a reconocidos marimberos en sus canciones, lo cual evidencia la posible relación entre el auge de este negocio y el desarrollo de este género musical durante la época.

En el análisis de alrededor de 750 canciones vallenatas encontró que en 1977, por ejemplo, cuando la producción de marihuana estaba creciendo, se crearon entre 10 y 12 canciones con saludos a famosos y poderosos marimberos como Alcibíades López, alias “el chijo” López, o Raúl Jacobo Gómez Castrillón, “el gavilán mayor”, entre otros.

En aquella época, solo en Santa Marta se producían 24.000 toneladas de marihuana en 60.000 hectáreas, de la cual vivían cerca de 100.000 personas.

Por otro lado, hacia 1984 tanto las políticas antinarcóticos firmadas entre Colombia y Estados Unidos como la fumigación de grandes extensiones de cultivo en la sierra nevada de Santa Marta acabaron con la bonanza marimbera, mientras paralelamente los saludos en las canciones pasaron de ser recurrentes a casi inexistentes, lo cual mostraba que los cantantes eran más precavidos y que los marimberos estaban desapareciendo y siendo combatidos.

En la actualidad esta relación se evidencia en casos como el pago de saludos vallenatos de Emilio Tapia, abogado y empresario condenado a 17 años de prisión en 2015 por participar en el “carrusel de la contratación” de Bogotá, y en el escándalo del Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones de Colombia (Mintic) por el robo de dineros públicos que iban a ser destinados para llevar internet a escuelas rurales.

La historiadora Lina Britto fue clave en el trabajo investigativo, ya que tuvo la oportunidad de acceder a grabaciones en las que marimberos como el Chijo López confirmaban estos nexos con nombres y rutas puntuales.

El investigador añade que algo muy relevante de la época es que para la población de esas regiones el negocio de la marihuana no era visto como algo ilegal sino como una actividad que ayudaba a la mayor parte de la población a obtener mejores ganancias económicas y sobrevivir.

“Aunque en el vallenato los saludos son una tradición, antes de 1974 la mayoría de estos se hacían para compositores y músicos, mas no para personas relacionadas con el negocio de las drogas y con ese poderío económico”, asegura.

Los marimberos eran los intermediarios entre los productores de marihuana en regiones como la Sierra Nevada de Santa Marta y los consumidores finales en Norteamérica, a los cuales les llegaba la mercancía desde La Guajira en avionetas o por vía marítima.

“En 1969 se produjo en Estados Unidos ‘la hambruna de la marihuana’ por las prohibiciones del gobierno Nixon a la producción de la planta, que en esa década se importaba de México, y que con el auge del movimiento hippie se consumía mucho”, indica.

Por su clima y mano de obra, Colombia se convirtió en una tierra fértil para el negocio, favorecido además por las rutas del café hacia islas de Las Antillas –como Aruba, Bonaire y Curazao– que por esos años eran importantes y empezaban a funcionar para la marihuana porque dejaba más ganancias.

Según el investigador, para los marimberos el vallenato era una ruta hacia el prestigio, que se ganaba con los saludos y agradecimientos de los cantantes, que a cambio recibían aportes para la producción de sus discos.

Antes de que se dieran estos canjes, los artistas –que por lo general venían del mismo lugar de los marimberos o sitios similares– no tenían el mismo éxito, por lo que esto representaba una oportunidad para aumentar ventas y renombre. (Información y foto Agencia de Noticias UNAL).