–Con la suspensión de las ordenes de captura contra los cabecillas y la designación de negociadores del Gobierno Nacional quedó todo listo para la reanudación del proceso de paz con el autodenominado ejército de liberación nacional, eln, en la ciudad de Caracas, Venezuela. El presidente Gustavo Petro sorprendió la víspera al pedirle al dirigente del gremio ganadero José Félix Lafaurie integrar la comisión gubernamental y extrañamente, este aceptó.

Los delegados gubernamentales estarían viajando a la capital venezolana este fin de semana para iniciar conversaciones el lunes 21 de noviembre.

La Fiscalía General de la Nación notificó a través de un comunicado la suspensión de las ordenes de captura contra los cabecillas del eln y otros integrantes que estarán en la mesa de negociaciones de paz.

Según la Fiscalía la suspensión de las órdenes de captura será efectiva «sobre los ciudadanos» siguientes: Nicolás Rodríguez Bautista, Pablo Beltrán, Aureliano Carbonell, Bernardo Téllez, Gustavo Martínez, Consuelo Tapias, Silvana Guerrero, Isabel Torres, Óscar Serrano, Vivian Henao, Ricardo Pérez, Cataleya Jiménez, Eduin Restrepo, Américo Trespalacios, Manuela Márquez, Mauricio Iguarán y Simón Babón.

En el comunicado se reseña que «de esta manera, el Fiscal General de la Nación, Francisco Barbosa Delgado, reafirma el compromiso que ha manifestado públicamente de trabajar desde el ámbito institucional y con pleno uso de las competencias que le asisten a la entidad para lograr la paz».

Aunque oficialmente, el ejecutivo nacional no ha reportado la lista de negociadores, trascendió que la delegación la integrarán Otty Patiño, ex integrante del M-19 y constituyente del 91 (quien la presidirá), los senadores Iván Cepeda y María José Pizarro, el líder campesino Alberto Castilla, el antropólogo Horacio Guerrero y Olga Lucía Silva, entre otros.

A ellos se integrará el dirigente ganadero, José Félix Lafaurie, a quien el presidente Petro le propuso este jueves durante el congreso de Fedegan, sumarse a la mesa de negociaciones.

“Así que, José Félix, que, con su mentalidad, con sus maneras de pensar, con su representación de un sector de la sociedad que, indudablemente, tiene algo y mucho que decir, su presencia será valiosa en los diálogos que se han iniciado con el ELN y que ojalá sean la concreción inicial de lo que llamamos la Paz Total”, expresó el presidente
Petro.

El mandatario tras pedirle entrar en este proceso, advirtió que será complejo debido “a la intimidad, a los rincones que no se publican a veces y que puedan ustedes tener de primera mano la opción, la discusión, el debate que se suscitará de cómo lograr con el ELN que se acabe la fase de lo que fue la insurgencia armada en Colombia”.

Petro añadió que este proceso busca ser “el final de una fase histórica que comenzó allá, en 1948, que no es lo único que hoy, obviamente, hace parte de la violencia, del conflicto, pero que es el cierre de una fase de la historia”.

Con el proceso de diálogo que se inicia, indicó el Gobernante, “se cierra una puerta y se abre otra. Y esa otra no puede ser otro conflicto armado, otra venganza, como ha sucedido en estos dos siglos de historia del país, sino que tiene que ser el comienzo de la era de la paz”.

Por esa razón, recordó que “no es exclusivamente con el ELN que tenemos que lograr las desmovilizaciones, de las almas, de los espíritus, de los corazones y de los músculos, sino de toda esta serie de bandas que han surgido, que son jóvenes excluidos, armados, matándose entre sí”.

En ese sentido, insistió el Presidente, esa situación “cada vez tiene más presencia y hace más víctima al Caribe colombiano. Cada vez más, las dos costas, que es donde más ricos deberíamos ser, el Pacífico y el Caribe, cada vez más se nos hunden en la pobreza y en la violencia y, por ahí, no podemos tener nación”.

De otro lado, el Mandatario advirtió que los acuerdos de paz suscritos en el pasado deben cumplirse, pues “un Estado traicionero es lo peor que puede suceder, porque solo son ciclos de violencia, se ampliarían, y los círculos de violencia ampliados no son más que ciclos de venganza y reacción hasta consumir toda la sociedad en un proceso de autodestrucción”.

Advirtió que su Gobierno «tendría que cumplir el acuerdo de paz entre el paramilitarismo y el gobierno del (Presidente Álvaro) Uribe en sus condiciones últimas de verdad, justicia y reparación real. E, indudablemente, entre las Farc y el gobierno del (Presidente Juan Manuel) Santos”, porque ninguno “ha logrado la Paz Total”.

Por lo tanto, concluyó el Presidente Petro, “está éste Gobierno de izquierda y el gremio de la ganadería charlando conjuntamente, porque podemos hacer un pacto para que pueda hacer posible la Paz Total».

Tras la intervención del jefe del Estado, el presidente de Fedegan, José Féliz Lafaurie, quien es el esposo de la senadora María Fernanda Cabal, caracterizada opositora de Petro, afirmó que aceptaba la propuesta de integrar la comisión negociadora del gobierno.

“Si el presidente me pide una colaboración en esta dirección, lo voy a hacer con el compromiso que me obliga”, declaró a los periodistas el dirigente gremial.

Y agregó: “Lo haré además por un sector como el nuestro que ha sido el más atropellado por los actores violentos en todas las regiones colombianas. Ojalá que ese anhelo de paz total que tienen los colombianos pueda darse”.

De otro lado, la víspera el cabecilla del eln Antonio García publicó una declaración en la cual planteó un cese bilateral del fuego: “Proponemos que si no se quiere que se ataquen instalaciones militares pues nosotros también podemos proponer que las instalaciones nuestras no se ataquen”.

También advirtió diferencias sobre el concepto de paz total y la participación de la sociedad y pidió respeto a las opiniones del grupo guerrillero.

“Algunas personas piensan que la realidad debe ser distinta y están en su derecho, pero la realidad es que el eln existe como parte de unas contradicciones en una sociedad entonces respetamos las opiniones y deben respetarnos las nuestras y debemos buscar soluciones”, señaló.

Igualmente advirtió que hay varios asuntos que, en su mayoría, sólo podrán ser objeto de discusión en la Mesa.