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Minhacienda advierte «vientos favorables» para la economía colombiana; afirma que la inflación «comenzará a corregirse»

–Según el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, hay vientos favorables y otros factores que le permitirán a la economía colombiana suavizar su ajuste a las nuevas condiciones internacionales. Y, aseguró, en los próximos meses la inflación «empezará a corregirse».

Las precisiones las hizo el jefe de las finanzas en la instalación del XC Congreso Nacional Cafetero, en la cual analizó la situación de la economía colombiana y por supuesto, las perspectivas de la industria cafetera.

Ocampo indicó en primera instancia que durante el año 2022 la actividad productiva en Colombia ha mantenido un desempeño notable.

«Nuestros cálculos indican que la economía colombiana cerrará el año con un crecimiento económico superior al 8%, uno de los registros más altos del mundo y que permite que la economía se encuentre hoy 11% por encima de los niveles anteriores a la pandemia del COVID-19».

Añadió que de cara al 2023, los cálculos del Ministerio de Hacienda sugieren que la economía colombiana crecerá poco más de 1%.

Esta fuerte desaceleración –subrayó– es el resultado de un contexto internacional particularmente crítico: amenaza de recesión en varios países desarrollados, continuados problemas con el manejo de la pandemia del COVID-19 en China, niveles altos de inflación a nivel global, acentuados por la invasión de Rusia a Ucrania y, como resultado de ello, mayores tasas de interés, condiciones financieras internacionales difíciles para las economías emergentes como la nuestra y, en general, un alto grado de incertidumbre y percepción de riesgo en los mercados financieros internacionales.

Advirtió que naturalmente, Colombia no es ajena a estas tendencias: la economía ha experimentado una mayor inflación (superior al 12% en octubre), en gran parte como resultado de presiones de oferta de algunos bienes, aumentos en las tasas de interés y algunas semanas de volatilidad cambiaria a causa del comportamiento de los mercados internacionales y acentuada por nuestro déficit en cuenta corriente.

Dijo que en todo caso, el FMI, el Banco Mundial y la Cepal estiman que en 2023 la economía colombiana crecerá por encima del promedio latinoamericano y de países como Brasil, México y Chile. A su vez, aún con 1% de crecimiento, la economía mantendría un alto nivel de actividad económica, consistente con la capacidad productiva del país.

Además puntualizó: «En los próximos meses la inflación empezará a corregirse: ya lo viene haciendo la inflación a nivel internacional, la de alimentos al por mayor en el país y en las últimas semanas se ha corregido la volatilidad cambiaria».

Reseñó que las tasas de los TES han caído dos puntos porcentuales en el último mes y ha disminuido la prima de riesgo de la deuda soberana colombiana en los mercados internacionales, lo cual hizo posible la emisión de bono que hicimos esta semana por poco más de 1.600 millones de dólares.

Igualmente destacó que los flujos de financiamiento externo, tanto de Inversión Extranjera Directa como de portafolio «se han mantenido muy positivos, con excepción de muy pocas semanas. Esto último contrasta, además, con la salida de capitales de portafolio que han tenido en conjunto las economías emergentes».

Advirtió que en adición a estos vientos favorables, existen otros factores que le permitirán a la economía suavizar su ajuste a las nuevas condiciones internacionales, resaltando cinco:

1. Las exportaciones no tradicionales seguirán teniendo un gran dinamismo como resultado de la apertura de la frontera con Venezuela, el buen desempeño del turismo y los incentivos a exportar desde zonas francas que genera la reforma tributaria.

2. La reducción esperada de la inflación en 2023 permitirá un aumento de los salarios reales y una reducción de las tasas de interés.

3. El incremento en el gasto público financiado con el recaudo de la reforma tributaria y el aumento significativo del presupuesto de regalías.

4. La recuperación de la actividad productiva del sector agropecuario y cafetero como resultado de mejores condiciones climáticas.

5. Los efectos de la estrategia de inclusión crediticia impulsada por el sector público a través del Grupo Bicentenario.

El ministro indicó que hacia el mediano plazo, el Gobierno trabajará en la implementación de una política de reindustrialización y de desarrollo agropecuario que transforme el aparato productivo con el fin de garantizar la sostenibilidad ambiental, cerrar brechas tecnológicas, crear empleos de calidad, crear riqueza y reducir la desigualdad.

En paralelo, agregó, el Gobierno avanzará en una transición energética y exportadora que incluya un mayor papel para la exportación de los llamados minerales de transición, como el cobre, al tiempo que las mayores reservas de gas y petróleo nos garantizarán la autosuficiencia energética y serán consistentes con la sostenibilidad fiscal y de la balanza de pagos.

Sostuvo que en el año 2023 el Gobierno reducirá el déficit fiscal en línea con lo dispuesto por la regla fiscal y por el principio de responsabilidad en el manejo de las finanzas públicas.

Señaló que incluyendo el Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles, el déficit fiscal se reducirá de 7,1% en 2022 del PIB a 4,3% en 2023, uno de los ajustes fiscales más acentuados de nuestra historia, el cual no irá en todo caso en contravía de la recuperación económica gracias al mayor gasto social, el cual proporcionará un elemento de política fiscal contracíclica.

Además, conjuntamente con el menor déficit en cuenta corriente de la balanza de pagos, que caerá del 5,9% del PIB en 2022 a 3,7% en 2023, avanzaremos en la tarea de reducir los llamados “déficit gemelos”, precisó.

Dijo que de esta manera, «enviaremos las señales que esperan las agencias internacionales de calificación de riesgos con lo cual la percepción de riesgo se reducirá en los mercados internacionales, generando, como lo esperamos, una disminución en el costo del financiamiento externo».

Sobre el sector cafetero, el ministro José Antonio Ocampo planteó la necesidad de trabajar en cuatro desafíos para el desarrollo de la caficultura colombiana.

El primero, aseguró, es mejorar la productividad y rentabilidad del cultivo, mediante la renovación de cafetales, la optimización de los costos de producción y la administración de los riesgos que impactan el sector.

Esto, según Ocampo, exige la puesta en marcha, mediante un esfuerzo conjunto, de un programa para la renovación de cafetales envejecidos y el establecimiento de nuevos cultivos mediante la siembra de variedades resistentes a la roya desarrolladas por Cenicafé.

“Ambas tareas son esenciales para mantener el parque cafetero en condiciones óptimas de producción y mejorar el nivel de ingresos de las familias cafeteras”, sostuvo.

Cabe destacar que en lo corrido de 2022 tan sólo se han renovado 48.650 hectáreas de cafetales, lo que corresponde a apenas 5.000 hectáreas por encima de las áreas intervenidas en medio de las dificultades logísticas y de oferta de mano de obra registradas en 2020, al comienzo de la pandemia del COVID-19, y a 29% menos áreas de las renovadas realizadas en igual período de 2021.

Es así como la meta propuesta es renovar 84.000 hectáreas, equivalentes al 10% del área sembrada, y consistente con las recomendaciones técnicas de Cenicafé. Con base en la estructura de tecnificación del parque cafetero, la expectativa es entregar incentivos a un poco más de 35.000 hectáreas de cafetales a renovar en 2023 a través de esta iniciativa.

El segundo desafío, explicó el jefe de la cartera de Hacienda, es consolidar los propósitos contemplados en la Ley 1969 de 2019 para el Fondo de Estabilización de Precios del Café.

El tercero, en tanto, es mitigar los efectos que han generado los retrasos en las ventas de café a futuro sobre las finanzas del Fondo Nacional del Café y las cooperativas de caficultores y el cuarto expedir una regulación para la eventual exportación de cafés robusta producidos en el país.

Por último, el ministro Ocampo destacó que este año el sector caficultor ha tenido logros importantes, como el valor récord de la cosecha, por encima de los 14 billones de pesos, gracias al repunte en el precio interno registrado durante los últimos dos años soportado por aumentos en los precios internacionales del café, las buenas primas de calidad del grano en los mercados internacionales y las variaciones de la tasa de cambio.

El Ministro también resaltó que, según cálculos de la cartera, la economía colombiana cerrará el año con un crecimiento económico superior al 8%, uno de los registros más altos del mundo y que permite que la economía se encuentre hoy 11% por encima de los niveles anteriores a la pandemia del Covid-19.

Así mismo, señaló que de cara al 2023 los cálculos del Ministerio sugieren que la economía colombiana crecerá poco más de 1%, como resultado de un contexto internacional particularmente crítico. No obstante, dijo que aún con ese crecimiento, la economía mantendría un alto nivel de actividad productiva.