–Un nuevo llamado a la comunidad internacional a «descriminalizar» y llevar la reducción de consumo «por la vía de la prevención”, hizo este miércoles el presidente de Colombia, Gustavo Petro, desde el Foro Económico Mundial de Davos, Suiza, tras reafirmar que la guerra contra las drogas «es un absoluto y total fracaso”. .

En la sesión ‘Liderazgo para América Latina’, moderado por Marisol Argueta de Barillas, Jefe de la Agenda Regional de América Latina y Miembro del Comité Ejecutivo del Foro Económico Mundial, el mandatario colombiano insistió en que la Paz Total que se busca en Colombia, pasa por la lucha contra las drogas.

Para sustentar el fracaso de esta lucha global, Petro expuso que hay “millones de presos en Estados Unidos, la mayoría negros; un millón de muertos en América Latina, la mayoría colombianos; unas organizaciones que ya no son las que aparecen en televisión como a lo Pablo Escobar sino verdaderas multinacionales poderosas de las transferencias de sustancias en todo el mundo, que van dejando en toda América, por ejemplo, las ciudades y pueblos más violentos del mundo si se miden por tasa de homicidios”.

Y añadió: “No podemos pacificar a Colombia sino con una visión territorial y macro, es decir, si no ponemos en debate la política antidrogas fracasada al día de hoy con Estados Unidos, tenemos serios problemas”.

Afirmó que “ese diálogo lo hemos comenzado», pero advirtió que este «no debería ser Colombia¬–Estados Unidos», sino «debería ser con las Américas frente al mundo, porque la política tiene que variar”, porque, sostuvo, “ya no es un problema colombiano, es un problema multinacional, con algunos organismos dominantes como los que se han establecido criminalmente en México que logran tener posición dominante”.

Dijo además que no se puede «pacificar si las regiones excluidas de Colombia, en donde se desarrollan las mayores violencias del país, no logran una inclusión en la política social” y al poner como ejemplo la situación de Tumaco (Nariño), que tiene los mayores índices de producción de cocaína del planeta, aseguró que la política sería “un sistema de prosperidad, en donde el mundo incluso podría ayudar”.

Agregó que por ejemplo “en vez de cultivos de hoja de coca, que son decenas de miles de hectáreas, podríamos tener cultivos de cacao y el cacao transformado allí, no exportado en bruto sino transformado ahí como chocolate, uno podría comprar Nestlé”.

Concluyó diciendo que “podría ser, quizás, uno de los principales instrumentos para la paz de Colombia siempre y cuando entendiéramos que hay que cambiar, también, la política mundial antidrogas que ha fracasado estruendosamente”.