Los migrantes que cruzaron la peligrosa selva del Darién, que separa Colombia de Panamá, sobrepasaron los 400,000 casi hasta el cierre de septiembre, informó el jueves el Gobierno del istmo, lo que marca un nuevo récord de cruces irregulares.

Hasta el 27 de septiembre, 402,030 personas atravesaron el Darién, más del 50% de ellos niños y bebés, de acuerdo a cifras del Ministerio de Seguridad Pública, lo que ha obligado al gobierno panameño a pedir ayuda internacional para hacerle frente a la escalada sin precedentes.

A principios del año, la ONU alertó que en 2023 más de 400,000 personas podrían cruzar el Tapón del Darién, la intransitable selva que marca el inicio de la larga y peligrosa ruta que siguen miles de migrantes hacia Estados Unidos.

El año pasado, 248,283 migrantes atravesaron el Darién, marcando, entonces, un récord de cruces irregulares.

«Ya se sobrepasaron las capacidades para atender a los migrantes irregulares», confesó el ministro de Seguridad Pública, Juan Pino, citado en un comunicado.

A principios de septiembre, el gobierno panameño impuso nuevas medidas para controlar la escalada de migrantes que llegan al país.

La mayoría de los migrantes que atravesaron el Darién son de Venezuela. Le siguen personas de Haití y Ecuador. En los últimos años, más de siete millones de venezolanos han abandonado su país, según la ONU, tratando de escapar del prolongado colapso económico y social de la otrora próspera nación petrolera.

Esta semana, migrantes y solicitantes de asilo africanos que se dirigen a Estados Unidos dijeron a Reuters que están volando a Nicaragua para evitar las peripecias del Tapón del Darién.