Internacional

Human Rights Watch: «Si bien tenemos mucho que celebrar, tenemos mucho más que exigir; las voces de las mujeres tienen poder para impulsar el cambio»

Esto es lo que la ONG Human Rights Watch afirma en esta conmemoración: Cada 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, las mujeres inundan las calles de países de todo el mundo para conmemorar las victorias obtenidas con tanto esfuerzo por los derechos de las mujeres y luchar por más. Es un momento para celebrar los avances y al mismo tiempo compartir nuestras frustraciones por el progreso demasiado lento o incluso el retroceso.

Pero sólo podemos expresar nuestra alegría y nuestra rabia cuando disfrutamos de la libertad de expresión. Sin él, hacer realidad otros derechos es casi imposible. Cuando las mujeres podemos hablar libremente , podemos defender nuestros derechos a la educación, el trabajo, el voto, la participación en la vida política y pública, el acceso al aborto y muchos más. Cuando nuestros derechos son violados, como suele suceder, podemos pedir justicia.

En este Día Internacional de la Mujer, marchamos por una de cada tres mujeres que sufre violencia física o sexual a lo largo de su vida. Aplaudimos a países como Argentina , Colombia e Irlanda que valoran nuestra autonomía para elegir estar embarazadas y han legalizado el acceso al aborto seguro , al tiempo que protestamos porque el aborto sigue siendo ilegal o vuelve a serlo en muchos lugares, incluidos estados estadounidenses como Alabama y Texas .

Al mismo tiempo, marchamos para honrar a las mujeres que marcharon antes que nosotras, como las mexicanas que organizaron el primer congreso feminista en 1916 para impulsar reformas del derecho de familia y su derecho al voto, y las nigerianas que libraron su “Guerra de las Mujeres ” . contra la colonización y las leyes patriarcales en 1929. Sus luchas reflejan tristemente la realidad de muchas mujeres en todo el mundo hoy –especialmente mujeres que pertenecen a grupos históricamente marginados– que continúan manifestándose contra la violencia y el abuso.

Temiendo el poder de la solidaridad y las acciones colectivas de las mujeres, los gobiernos han reprimido el discurso de las mujeres mediante restricciones de movimiento, censura, campañas de difamación y procesos penales. En contextos altamente represivos, como Afganistán e Irán , las mujeres sufren detenciones arbitrarias, e inclusodesaparición forzaday tortura, por su activismo. Mientras tanto, las empresas de redes sociales no han hecho lo suficiente para proteger a las mujeres de la violencia en línea, lo que paraliza la libertad de expresión de las mujeres dentro y fuera de línea.

Estas barreras dificultan que la igualdad de las mujeres se haga realidad. La justicia de género requiere un entorno propicio en el que las mujeres puedan expresarse, hablar y difundir sus opiniones políticas y participar en la vida política y pública. En lugar de reprimir o tolerar la represión de las mujeres, los gobiernos deberían reconocer nuestras acciones colectivas –y el consiguiente poder– y consagrar nuestros derechos en leyes, políticas y prácticas.

Este 8 de marzo, si bien tenemos mucho que celebrar, tenemos mucho más que exigir. Ejerzamos nuestro derecho a hablar y hacernos escuchar.