Sigue la guerra de trinos Petro-Galán por el agua de la capital y la resolución sobre ordenamiento ambiental de la Sabana de Bogotá
–Una nueva tanda de trinos intercambiaron el presidente Gustavo Petro y el alcalde de la capital, Carlos Fernando Galán alrededor del agua de la capital, tras la publicación por parte del Ministerio de Ambiente del proyecto de resolución mediante el cual fija los “Lineamientos para el ordenamiento ambiental de la sabana de Bogotá».
Ahora, el jefe del Estado respondió airadamente al recorderis que le hizo Galán:
«Desde el año pasado Bogotá entró en racionamiento porque hace 13 años, cuando usted era alcalde, retiraron la propuesta de Chingaza 2 sin ni siquiera plantear una alternativa».
Galán añadió que «tras ese grave error la ciudad no se preparó y ante el año con menores afluencias en registro en más de 60 años al sistema Chingaza (2024) tuvimos que recurrir al racionamiento como medida de choque. Aún así, gracias a eso y a las otras medidas que tomamos, hoy Chingaza tiene más de 47 millones de m3 adicionales frente al año pasado. Chingaza no se quedó sin agua este mes de marzo de 2025 como usted predijo, ni fue necesario sacar a la gente de Bogotá con las Fuerzas Militares».
El mandatario Distrital asegura además que «estamos superando la crisis y vamos a tomar las medidas de fondo que se han debido tomar hace varios años».
Y puntualiza: «Estamos comprometidos con el cuidado del agua y la protección de las cuencas y fuentes abastecedoras de vida. El número de hectáreas que restauraremos en los Cerros no tiene precedentes y estamos avanzando en varios proyectos que nunca se habían hecho para garantizar la seguridad hídrica de la región, como la restauración en la Van Der Hammen y en la cuenca alta del río Bogotá. No pueden acudir a un argumento sin sustento para bloquear el desarrollo de Bogotá».
Galan concluye: «Poner en peligro la vida de 9 millones de habitantes es no tomar las decisiones que garanticen el abastecimiento de agua como ocurrió en el pasado. Nosotros sí las hemos tomado y las seguiremos tomando».
La respuesta del presidente Gustavo Petro, es la siguiente:
Como se le ocurre al alcalde de Bogotá decir que otro embalse en Chingaza sería solución para Bogotá. ¿Pretenden secar la Orinoquía?, ¿no sabe que al depredar la selva y alejarla cada vez más de Chingaza, los ríos voladores qué generaban millones de árboles, ya no llegan al páramo y no se genera el agua líquida al embalse y si se hace otro en el mismo lugar, tampoco llegaría el agua.
¿Ignora que en mi alcaldía decreté un POT qué tenía alternativas para el agua de Bogotá? ¿Que establecimos en ese POT el uso generalizado de aguas lluvias que hoy le permitiría tener agua potable suficiente, pero que los mismos que hoy buscan que no se proteja la sabana de Bogotá, hundieron, hundiendo la mejor alternativa de agua para la ciudad?
Usted propone como alternativa usar el agua de la parte norte y superior del rio Bogotá y del río Neusa, eso no se puede hacer sin prohibir la minería en esas cuencas y reforestar con bosques nativos. ¿No sabe que esa prohibición y reforestación no la puede ordenar usted, sino la nación y los municipios independientes del norte de la sabana de Bogotá?
En otro trino, el presidente Gustavo Petro replicó a Galán, quien aseguró que la resolución del Ministerio de Ambiente sobre el reordenamiento de la Sabana de Bogotá «representa un nuevo ataque del Gobierno Nacional a la autonomía local» y pidió el retiro el proyecto de resolución «que, sin coordinación con las autoridades locales ni una participación ciudadana adecuada, pretende declarar como humedal y áreas de especial importancia ambiental zonas estratégicas de la ciudad».
Al respecto, el jefe del Estado precisa:
«Señor alcalde Galán, si usted tiene una ciudad con racionamiento de agua, cómo se le ocurre que la acción del gobierno en el territorio ajeno a Bogotá para garantizar los flujos híbridos, es un ataque.
«Ataque es dejar a 9 millones de personas sin agua. Es un ataque contra la vida».
La promotora de la resolución, la saliente ministra de Ambiente Susana Muhamad, también terció en la controversia:
«La resolución para la Sabana de Bogotá no está en contra del desarrollo ni de la ciudad. Es un proceso técnico y participativo que lleva meses en construcción. El Distrito siempre fue invitado y conocía estos lineamientos. El
MinAmbiente siempre mantuvo abiertas las puertas al Distrito: 3 asambleas y 7 mesas técnicas.
La resolución está en consulta, no cambia el POT ni impide proyectos. Su objetivo es claro: proteger el agua y los suelos agrícolas ante una crisis hídrica que Bogotá no puede seguir ignorando».
El debate sobre los lineamientos ambientales de la Sabana debe darse con rigor y sin desinformación. No frenan el desarrollo ni detienen obras, su propósito es claro: proteger el agua, los suelos fértiles y los ecosistemas estratégicos.@Bogota lleva un año en racionamiento y la… pic.twitter.com/BoOWsOgfSm
— Susana Muhamad (@susanamuhamad) March 5, 2025
Igualmente, el gobernador de Cundinamarca, Jorge Emilio Rey Ángel, se pronunció sobre el tema en su cuenta en X, diciendo: «Bienvenida la discusión, es necesaria y obligatorio darla de fondo». Además pidió ampliar el plazo de presentación de observaciones; «en cinco días es imposible opinar sobre algo que al Ministerio le tomó un año hacer».
Este es el texto integral de su escrito:
«Entendemos el objetivo loable que pretende el MinAmbiente con los lineamientos de ordenamiento territorial para la Sabana de Bogotá. Es claro que debemos mejorar nuestra planificación y garantizar un crecimiento sostenible. Sin embargo, el mecanismo planteado en esta resolución genera incertidumbres; se necesitan precisiones.
Reconocemos que el ritmo y la forma en que se ha dado el desarrollo urbanístico y de inversión en la Sabana no han atendido principios de adecuada planeación regional, garantizando del todo la preservación ambiental; es algo innegable. Pero el mecanismo correctivo propuesto por el Ministerio llevaría a que nuevas o mejoradas actividades productivas no puedan localizarse en el territorio, a que las obras viales para solucionar los graves problemas de movilidad entre Bogotá y Cundinamarca se demoren más o se les niegue licenciamiento, a que sea improbable viabilizar nuevos proyectos de transporte masivo regional o a que se dificulte cada vez más la construcción de infraestructura para garantizar la cobertura de la demanda de servicios públicos.
Nos identificamos con los lineamientos publicados en lo que respecta a la necesidad de preservar el ecosistema de la Sabana, proteger las zonas productoras de agua y definir espacios para el desarrollo de prácticas agrícolas que garanticen la seguridad alimentaria. Pero se debe resolver de manera paralela dónde se habilitaría suelo para garantizar el asentamiento de 2.300.000 habitantes más, que tendría Cundinamarca en 2050, según el censo del
DANE_Colombia , aspecto que esta resolución no toma en cuenta.
Es necesario entonces eliminar ambigüedades en lo que corresponde a las nuevas competencias asignadas a las autoridades ambientales, para evitar retrasos en las aprobaciones de proyectos de infraestructura estratégica y definir cómo se les garantizaría a los municipios la posibilidad de opinar y proponer esquemas alternativos de ocupación de su territorio. Actualmente, los lineamientos son tan universales y restrictivos que los municipios no podrían más que adoptarlos, sin ningún margen de autodeterminación.
Bienvenida la discusión, es necesaria y obligatorio darla de fondo.
Si en verdad el Ministerio de Ambiente pretende que estos lineamientos sean un acuerdo social e institucional legítimo, pedimos:
1) Ampliar el plazo de presentación de observaciones; en cinco días es imposible opinar sobre algo que al Ministerio le tomó un año hacer.
2) Constituir una mesa con representación variada de la sociedad civil y la institucionalidad para cocrear un modelo de ocupación viable, sostenible y armónico con las actividades productivas que la región más importante del país, en cuanto a demografía y producción económica, merece.
3) Construir nuestras observaciones a la resolución de lineamientos de la mano de los municipios del área de influencia.
4) Mantener nuestra actitud de análisis frente a la propuesta de fondo, hasta tanto este sea un acto preparatorio.
La sabana de Bogotá merece una visión construida en equipo.


