Economía Nacional

Los alcances y repercusiones de la decisión del Gobierno de cambiar la retención en la fuente y anticipar el recaudo de 2026

–Carolina Restrepo Cañavera, abogada Javeriana -Business Management and Negotiation, Harvard, hizo en su cuenta en X un análisis sobre la «jugada fiscal» que hizo el Gobierno del presidente Gustavo Petro con el Decreto 0572 expedido este 28 de mayo por el Ministerio de Hacienda y Crédito Público y subrayó que no solo aumenta las retenciones en la fuente, sino que adelanta el recaudo del año 2026 para cubrir las necesidades de caja de 2025.

Al efecto, hace las siguientes precisiones:

Dicho de forma más clara: el Gobierno no solo está sin caja, está en bancarrota técnica. Y para maquillar el déficit, recurre a una estrategia que en el mundo empresarial sería considerada como ingreso ficticio o anticipo forzado. No es una medida estructural, ni siquiera una solución fiscal; es apenas un placebo estadístico para tratar de aguantar unos meses más.

Pero el decreto va más allá del simple incremento en las tasas de retención. Su verdadera gravedad es triple:
1.Traslada al sector privado una carga financiera anticipada. Empresas y personas naturales terminarán financiando al Estado a través de mayores anticipos, sin que esto implique un cambio real en la tarifa de impuesto, lo que distorsiona flujos de caja y presiona la liquidez de cientos de contribuyentes.
2.Modifica el cálculo del anticipo del impuesto de renta, utilizando el 100 % del impuesto del año anterior para estimar la base del anticipo. Esto afecta especialmente a empresas con utilidades inestables, estacionales o sometidas a riesgos de mercado.
3.Reconoce tácitamente que no tiene cómo cuadrar la caja en 2025. El propio decreto, en su exposición de motivos, acepta que el recaudo actual no es suficiente, y que la caída de los ingresos fiscales del primer trimestre es estructural.

El gobierno está convirtiendo los mecanismos de retención en fuente de financiamiento de corto plazo, desnaturalizando su función técnica. La retención fue creada como una herramienta de fiscalización anticipada, no como método para cubrir déficits sin reforma tributaria ni control político.

Y aquí está el otro problema: el Congreso no fue consultado, ni se hizo debate previo. Este tipo de medidas tiene efecto tributario sustancial y debería ser tramitada como ley. En cambio, se impone por vía ejecutiva, con un decreto de emergencia técnica que no reconoce su impacto económico, ni los efectos sobre el empleo, la inversión o el crédito.

El resultado es previsible: desconfianza en el entorno económico, fuga de capitales, y una presión innecesaria sobre empresas que ya enfrentan una economía en desaceleración.

El presidente Petro podrá no convocar paros, podrá escudarse en cabildos, podrá hablar de Simón Bolívar cuantas veces quiera. Pero lo que no podrá hacer es esconder que su gobierno —sin reforma, sin recorte, sin ahorro, y sin credibilidad— está tratando de tapar el hueco fiscal con anticipos forzados que hipotecan el recaudo futuro.

Este no es un gobierno austero ni progresista. Es un gobierno que asfixia primero y pregunta después, usando el aparato normativo como martillo y al contribuyente como clavo. Si esa es su política económica, el fracaso no es un riesgo. Es una certeza.

Por su parte, María Claudia Lacouture, presidenta ejecutiva de la Cámara de Comercio Colombo Americana, afirma:

Una reforma por decreto (0572) que da pan para hoy… y hambre para mañana.

Sin caja no hay empresa.
Sin empresa no hay empleo.
Sin empleo no hay ingresos.
Y sin ingresos, no hay país.

El Decreto 0572 es una irresponsabilidad fiscal: desde el 1° de junio, el Gobierno aumenta la autorretención en la fuente, exprimiendo la caja de muchas empresas para tapar el hueco de este año, pero abriendo otro más grande para el siguiente.

Ejemplo claro: Es como si le cobraran a una panadería los impuestos por los panes que espera vender el próximo mes… aunque hoy no haya vendido ni uno.

– ¿Quiénes pagan más?

– Gas, oro y energía eléctrica: 4,5%
– Agua, residuos y construcción: hasta 3,5%
– Servicios, agricultura, transporte: suben de 0,5% a 1,2%

¿Qué implica?

– Cobro anticipado de impuestos aún no generados
– Menos liquidez para operar
– Aumento de costos y precios
– Riesgo real de desempleo y cierre de empresas
– Esto afecta desde microempresarios hasta grandes compañías.

Y nadie explica para qué se usará ese dinero. No hay austeridad. Solo más gasto.

El exministro José Manuel Restrepo Abondano, señala que el Decreto 0572 de Minhacienda es una reforma tributaria encubierta que adelanta ingresos del 2026 al 2025 a costa del flujo de caja de las empresas. Exprime su liquidez, las obliga a endeudarse y pone en riesgo el empleo. ¡Jineteando el dinero del 2026 y endeudando al micro y pequeño empresario hoy.

Y como si fuera poco, puntualiza, deja una bomba fiscal al próximo gobierno al anticipar recursos futuros en una mayor proporción. 2025 en el derroche de ingresos futuros y 2026 nacerá con un hueco gigante en las finanzas públicas. ¡Irresponsabilidad fiscal!