Petro y los audios del excanciller Leyva: La vicepresidenta Francia Márquez y los demás deben responder ante la justicia
–Tras afirmar que “el armatoste que plantea Álvaro Leyva no es más que una conspiración con el narcotráfico y con la extrema derecha, aparentemente colombiana y norteamericana, para derrocar al presidente del Cambio en Colombia», el primer mandatario Gustavo Petro señaló que todos los mencionados en los audios del excanciller, comenzando por la vicepresidenta Francia Márquez, deben salir a dar explicaciones.
Las precisiones las hizo Petro en declaraciones a los medios al margen de la Cuarta Conferencia sobre Financiación al Desarrollo de la Organización de Naciones Unidas (ONU), en Sevilla (España), al pronunciarse sobre los audios revelados por el diario El País de España, el pasado sábado 28 de junio, en los que el excanciller Álvaro Leyva habla de orquestar un presunto golpe de Estado y Márquez estaría implicada.
El jefe de Estado aseguró que “todavía hay que investigar si las personas que nombra, pero todas las personas que nombra allí -de las cuales no sé si lo que él cuenta es verdad o no- deben dar explicaciones, y ella. Y no solamente públicas, sino ante la justicia».
La referencia a “ella» que hizo el mandatario es, por supuesto, la vicepresidenta Francia Márquez, quien ya emitió un comunicado haciendo aclaraciones sobre las denuncias.
El diario español El País informó que Álvaro Leyva, excanciller colombiano durante este Gobierno, se reunió hace dos meses en Estados Unidos con asesores cercanos a la Administración de Donald Trump para buscar su apoyo a un plan para hacer caer a Gustavo Petro. Según unos audios a los que ha tenido acceso EL PAÍS y fuentes cercanas a congresistas republicanos, Leyva intentó acercarse a Marco Rubio, secretario de Estado, con la intención de que ayudara a ejercer “una presión internacional” que culminara con la salida del poder de Gustavo Petro, presidente de Colombia. La Casa Blanca, según estas mismas fuentes, nunca tuvo en consideración la propuesta.
“Nos dijo que tenía todas las herramientas para ejecutar un plan y sacarlo. Su lugar lo ocuparía Francia Márquez [la vicepresidenta]. Contaba con evidencias de que Petro no podía seguir ejerciendo el cargo y que en caso de que esto saliese adelante, el presidente no tendría capacidad de respuesta. La ayuda de los americanos era muy importante”, cuenta una de las personas que se reunió en abril con Leyva, de 82 años. El excanciller no ha respondido a las preguntas sobre este asunto que le ha hecho este periódico.
Al respecto, previamente a las declaraciones de este lunes desde Sevilla, España, el presidente Gustavo Petro consideró las acusaciones de Leyva como un ‘complot’ para supuestamente sacarlo del poder como “un acto de venganza bárbaro y canalla”.
A través de su cuenta de X el presidente Gustavo Petro, precisó:
«He decidido responder cartas y unos hechos que aquí muestra el periodista Español Quesada en el diario EI País. Durante meses he sido víctima de la injuria del señor Leyva, y quise simplemente responder a lo que consideraba un acto de venganza bárbaro, canalla, de alguien que simplemente había ayudado de corazón. Con el correr del tiempo no quise aceptar pasos oscuros en la cancillería, como el caso de Thomas y Gregg, por lo cual lo sancionó, la procuraduría; tampoco quise que su hijo, ocupase la cancillería o una embajada, como si la democracia fuera hereditaria. El nombramiento de Laura Sarabia y Benedetti lo llenó de odio. Debo decir que jamás, hasta hace poco tiempo, me enteré de esa petición que hizo a Benedetti y era dirigida a mi…»
Recordó que “le di el puesto de canciller a (Álvaro) Leyva, porque pensé sin ningún cálculo político que se lo merecía al final de su vida».
Dijo además que “el caso Leyva me hace pensar que la conducta de lo que llamo oligarquía, a la que indudablemente pertenece Leyva, es la doble moral, piensa el estado como hereditario, con derecho a negocios con el erario; es incapaz de establecer relaciones basadas en el respeto a la otra persona y a los argumentos, es una ingenuidad pensar que lo haría».
“El acuerdo nacional se vuelve fantasmagoría y discurso. Traicionan, aunque siempre hay que insistir en el acuerdo y la paz», anotó.
En su mensaje el presidente Petro dijo que pensó «engañado» que Leyva «tenía una genuina vocación de paz».
Sin embargo, “Leyva en realidad no ayudó al proceso de paz del M19, pero se comprometió durante décadas al proceso con las Farc. Pensé que había sido perseguido por ello; hoy conociéndolo personalmente, creo que tambien buscaba otras cosas con la paz, menos santas».
Igualmente señaló: “Estoy convencido que el proceso de licitación de los pasaportes en la cancillería estaba impregnado de corrupción desde sus inicios. En consejo de ministros le di la orden de no continuarlo porque el pliego de condiciones ya determinaba al ganador. Lo dejó avanzar demasiado, contrario a mi indicación, y cuando lo suspendió, cometió irregularidades que le costaron su vida pública».
En este sentido, narró que “la prensa habla de la presencia de su hijo en un hotel en el exterior, hablando de este tema. Me disgustaba que en mis giras a eventos oficiales internacionales, siempre llegara su hijo a las comidas que hacía mi delegación. Eso no lo contó en sus cartas» y anoto: “Pero debió contar la verdad y no sus suposiciones de chisme de corredor».
Comentó además que “en Santiago de Chile llegó Jorge, su hijo, a la comida que hicimos después de la reunión. Lloré en mi discurso que dí en «La Moneda», allí no había ido y se conmemoraba los 50 años del golpe de Allende, supongo que por eso habla de comportamientos extraños, asuntos de mi adicción por la libertad. Su hijo no tenía porque seguirnos en nuestras giras, no estaba bien, parecía un «lobbista» de negocios aprovechando el cargo público de su padre».
“Confieso que con ayuda del presidente (Gabriel) Boric, me escapé y pude ir a Isla Negra, a casa de Pablo Neruda, cerca de Valparaíso. Me encantó Valparaíso donde los jóvenes en las librerías me saludaban y me encantó volver a comprar libros de Neruda y visitar su casa», puntualizó.
LA RESPUESTA DE FRANCIA MARQUEZ
Este es el texto integral del comunicado que emitió la vicepresidenta Francia Márquez al ser implicada en el complot para tumbar al presidente Gustavo Petro:
Colombia necesita menos divisiones y más altura moral. No permitiré que mi nombre sea utilizado para alimentar intereses particulares ni rencillas que no contribuyen a la construcción de un país más justo y equitativo.
El 7 de agosto de 2022 hice un juramento solemne ante el Pueblo colombiano: defender la Constitución y las leyes de la República de Colombia. Desde entonces, he caminado con la convicción profunda de que la lealtad a ese compromiso es también la lealtad al pueblo, a la democracia y a la esperanza de millones de personas que creen en un país diferente.
Tengo la conciencia tranquila, la mente clara y el corazón firme. Respeto profundamente el orden constitucional, y dentro de este, la figura del Presidente de la República como símbolo de la unidad nacional. Lo he expresado en público y en privado, y no debe caber duda: jamás he traicionado, ni cuestionado la autoridad legítima del primer mandatario de la Nación.
No existe la posibilidad de que me preste para conspiraciones. No me mueve el resentimiento ni la conveniencia, y a quienes creen que podrán utilizarme como instrumento de sus ambiciones, les digo: están profundamente equivocados.
Mi carácter ha sido forjado en la lucha, mi dignidad no se negocia, y mi vocación de servicio no conoce atajos. He disentido cuando ha sido necesario, con respeto y sin estridencias, ejerciendo la crítica como un acto de honestidad y no como una forma de ruptura.
Trabajo cada día por el Pueblo que depositó su confianza en nosotros. Ese es mi norte, mi causa, y mi razón de permanecer firme hasta el final del mandato que se me confió.
No renunciaré ni a mis principios, ni a mi deber, ni a la esperanza de millones de personas a las que debemos garantizarle que un país justo y equitativo sea posible.
Seguimos trabajando, con el corazón bien puesto, hasta que la dignidad se haga costumbre.


