Economía Nacional

Compras con tarjeta serán más baratas; tasa de usura bajó a 24,36 y sigue inalterada tasa de interés de intervención del Emisor

–El Banco de la República decidió mantener por quinto mes la tasa de intervención en 9,25 por ciento, mientras la tasa de usura tuvo una reducción de 0,65 puntos para quedar en 24,36 por ciento para este mes de octubre, por lo cual las compras con tarjeta resultarán más baratas.

Sobre la tasa de intervención, la decisión fue adoptada por la mayoría de los miembros de la Junta directiva del Emisor, manteniendo una postura cautelosa de la política monetaria que reconoce los riesgos identificados sobre la convergencia de la inflación a la meta, explicó el gerente Leonardo Villar.

En su discusión de política, la Junta tuvo en cuenta los siguientes elementos:

La inflación total en agosto se situó en 5,4% y la inflación básica sin alimentos ni regulados en 4,8%, excediendo
los pronósticos del equipo técnico.

El nuevo escenario de pronóstico sugiere una convergencia más lenta hacia la meta del 3%.

Las expectativas de inflación de los analistas han venido aumentando, y según los resultados de la encuesta de septiembre se ubicaban 5% y 4% en la mediana para 2025 y 2026 respectivamente.

La actividad económica creció 2,5% en el segundo trimestre del año, en línea con lo esperado por el equipo técnico.

Este crecimiento refleja el buen dinamismo de la demanda interna, con aumentos sostenidos en el consumo.

Las condiciones financieras externas se han tornado más holgadas en las últimas semanas. Persiste la incertidumbre sobre los efectos de la política comercial de los Estados Unidos y las tensiones geopolíticas regionales y globales.

?El Emisor informó que cuatro codirectores votaron por mantener esa tasa inalterada, dos por una reducción de 50 puntos básicos (pb) y una por una reducción de 25 pb.

El ministro de Hacienda, Germán Ávila Plazas, cuestionó la decisión y anunció que el Gobierno Nacional insistirá en las próximas reuniones de la Junta Directiva del Banco de la República en la necesidad de disminuir las tasas de referencia del Emisor para estimular el crecimiento económico del país.

“La no adopción de una política que impulse el crecimiento económico perjudica la capacidad de reacción y de respuesta del Estado frente a las situaciones que se vienen presentando en el con texto global, como la ambivalencia de los Estados Unidos en sus políticas comerciales. Consideramos que vamos a insistir en la necesidad de mayor reducción de la tasa de interés», aseguró el jefe de la cartera de las finanzas.

Agregó que el Gobierno nacional no comparte la decisión de la junta directiva del Banco de la República de mantener inalterada la tasa de referencia. “Durante este año solo se ha hecho una pequeña reducción de 25 puntos básicos, lo que muestra una actitud conservadora en el comportamiento de la mayoría de miembros de la junta del Emisor, que no acompaña el propósito de la estimular el crecimiento económico con una tasa de interés más favorable», agregó el ministro Ávila Plazas.

El ministro destacó los indicadores macroeconómicos como la tasa de desempleo, el crecimiento del PIB en el segundo trimestre de 225 y la reducción de la inflación, que consideró “muy importantes para la estabilidad del país», y por ello se esperaba otra decisión del Emisor.

De otro lado, el gerente del Banco de la República, Leonardo Villar, y el ministro de Hacienda y Crédito Público, Germán Ávila Plazas, confirmaron la decisión del Gobierno Nacional de cancelar el acuerdo de la Línea de Crédito Flexible (LCF) que se tenía con el Fondo Monetario Internacional desde abril de 2024.?

La decisión se tomó “dado que el acceso a los recursos ha sido suspendido por parte del organismo (FMI) desde el pasado 26 de abril de 2025, y seguirá suspendido hasta el vencimiento del acuerdo vigente, según la evaluación llevada a cabo en la consulta del Artículo IV».

En un comunicado conjunto, el Ministerio de Hacienda y el Emisor explican que la LCF fue aprobada por el FMI en abril de 2024 por un período de dos años, y por un monto de 6.133,5 millones de dólares de Derechos Especiales de Giro, lo que equivalía en la fecha de la aprobación del acuerdo a un monto cercano a los 8.100 millones de dólares. “Este acuerdo reemplazó el anterior, aprobado en 2022, y era considerado por las autoridades colombianas como un instrumento de carácter precautorio (de precaución) para enfrentar riesgos externos», señala el comunicado conjunto.

El presidente Gustavo Petro dijo, en un mensaje que publicó en su red social X: “Hemos cumplido con el crédito que tomó Duque de manera irresponsable con el FMI; durante tres años le pagamos USD $5.000 millones. A partir del 1 de enero saldamos totalmente la deuda. El sobrendeudamiento de Duque estableciendo el subsidio a la gasolina ha sido pagado también».

De hecho, el comunicado asegura que “la cancelación del acuerdo actual no tiene ningún efecto sobre el cronograma de pagos del desembolso de la LCF que se llevó a cabo en diciembre de 2020. El pago de la única cuota pendiente se realizará en diciembre de 2025 según estaba previsto».

Las autoridades monetarias colombianas sostienen que esta decisión se toma en un momento en el que los niveles de liquidez internacional del país “son adecuados, con un nivel de reservas internacionales que actualmente alcanza los 65,5 mil millones de dólares».

Este nivel se ha conseguido –agregan- gracias al programa de acumulación de reservas llevado a cabo en 2024 por 1,5 mil millones de dólares y a la rentabilidad de los portafolios, que alcanzó 4,5 mil millones de dólares durante 2024 y lo corrido de 2025.

Frente a la decisión de hoy, el gerente del Emisor explicó que la LCF “se tomó para situaciones extraordinarias que no se están presentado en este momento, y si se presentan tenemos un colchón con las reservas internacionales, pero no es el momento actual», aseguró el directivo.

Por su parte, el ministro de Hacienda recordó que el Gobierno ya había manifestado que esta línea de crédito flexible representaba una exigencia muy alta sobre la situación fiscal del país, entre otras cosas porque fue contratada en medio de la pandemia.

“Una de las grandes dificultades es que el repago de estos 5.800 millones de dólares contratados a cinco años, con tres años de gracia y dos años para pago. Informamos que no nos interesaba tener ese crédito flexible, además porque nos tocó sostener el déficit del Fepc (Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles), y los subsidios a la energía en los estratos más bajos».

El ministro agregó que “no era conveniente sostener el pago de comisiones al FMI», y dijo que esa entidad “es apenas un operador de crédito internacional, pero no el único».

No obstante, el Ministerio y el Emisor reiteraron que “el país continúa en un diálogo constructivo con el FMI para todos los aspectos que considere necesarios».