–Finalmente, fueron liberados los dos soldados que habían sido secuestrados en una asonada por habitantes de la vereda Getsemaní, del municipio de La Macarena, departamento del Meta, para impedir la captura de una mujer, en desarrollo de una operación militar de acompañamiento al Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía General de la Nación.
Inicialmente, los dos uniformados, identificados como Ángel González Garcés y Édgar Mina Carabalí, fueron entregados a un sacerdote en una zona rural entre el corregimiento de San Juan de Lozada, del municipio de San Vicente del Caguán, Caquetá y La Macarena, pero luego, extrañamente, resultaron nuevamente en poder de los promotores de la asonada.
La razón de esta acción fue expuesta en una carta publicada por la «Corporación de trabajadores Campesinos Agropecuarios V Ambientales de los Llanos del Yarí, con sede en el municipio de La Macarena, dirigida a la Delegación de la mesa de Diálogo entre el Gobierno Nacional y las Farc, en la cual «las 60 Juntas de Acción Comunal de los alrededores de la vereda EI Oasis», exigieron la liberación de la señora Liceth Daza Hoyos, capturada el lunes 3 de noviembre por el CTI de la Fiscalía.
En la nota afirman que «la señora Daza Hoyos no es responsable de los hechos que motivaron el operativo, ya que no era el objetivo de la intervención ni figura como propietaria del predio en cuestión y que además, es madre cabeza de
hogar y tiene bajo su cuidado a tres menores de edad, lo que la ubica en una situación de especial vulnerabilidad».
«Por lo anterior, y en aras de garantizar el respeto por los derechos fundamentales y la integridad de todas las partes involucradas, las Juntas de Acción Comunal exigieron la presencia inmediata de las delegaciones de la Mesa de Diálogo entre el Gobierno Nacional, las FARC-EP y las comunidades, con el fin de mediar en la situación», añadieron.
Y solicitaron que «la señora Liceth Daza Hoyos estuviera presente en cualquier proceso de negociación relacionado con la liberación de los soldados, en reconocimiento de su condición y para asegurar un diálogo justo y transparente».
Siete horas más tarde, los soldados fueron entregados a una misión humanitaria encabezada por la Defensoría regional del Pueblo, confirmó la jefe de la entidad, Iris Marín.
Los soldados profesionales Ángel Humberto González y Edgar Mina Carabalí fueron entregados a una delegación de @DefensoriaCol de nuestra regional en Caquetá.
Se encuentran en buen estado de salud y en camino para encontrarse con sus seres queridos. pic.twitter.com/W2wabpj9s5
— Iris Marín Ortiz (@MarnIris) November 5, 2025
Posteriormente, el comando del Ejército también publicó una nota en X, reportando la liberación de los uniformados.
#ComunicaciónOficial | Los soldados profesionales Ángel González Garcés y Édgar Mina Carabalí, secuestrados el pasado 3 de noviembre en zona rural de La Macarena, #Meta, fueron liberados tras las gestiones adelantadas por la @DefensoriaCol, a quien expresamos nuestro… pic.twitter.com/XYZbXALYVH
— Ejército Nacional de Colombia (@COL_EJERCITO) November 5, 2025
Igualmente, el ministro de Defensa, Pedro Arnulfo Sánchez, se pronunció:
Acabé de hablar con nuestros nuestros soldados profesionales de nuestro @COL_EJERCITO, Ángel González Garcés y Édgar Mina Carabalí, quienes retornaron a la libertad después de estar secuestrados por unas personas que tienen fuerte relación con el cartel de alias Calarcá.
— Pedro Arnulfo Sanchez S. Orgullosamente Colombiano (@PedroSanchezCol) November 5, 2025
En la asonada participaron alrededor de 400 personas, quienes, según el reporte militar, al parecer habrían sido objeto de constreñimiento y coacción por parte de integrantes del bloque Jorge Suárez Briceño.
Este grupo de personas retuvo inicialmente a un teniente y tres soldados profesionales, pero horas después, la población liberó al oficial y a uno de los soldados, manteniendo en cautiverio a dos uniformados, quienes fueron obligados a despojarse de su dotación y sus prendas militares y a utilizar ropa civil, para posteriormente ser trasladados por la población hacia un lugar desconocido.
