Petro traslada a Leticia conmemoración de la Independencia para refrendar la soberanía colombiana frente a Perú que se tomó territorio nacional en el Amazonas
–El presidente Gustavo Petro confirmó este martes que la conmemoración de la Independencia el 7 de agosto se cumplirá, no en el Puente de Boyacá, como ha sido tradicional, sino en la ciudad de Leticia, la capital del departamento del Amazonas.
Aclaró el jefe del Estado que la festividad no se traslada a Leticia por los bloqueos que se están registrando en Boyacá por el paro de mineros y parameros, sino para ejercer la soberanía colombiana debido a que «el gobierno del Perú ha copado un territorio que es de Colombia y ha violado el Protocolo de Rio de Janeiro que le puso fin».
Al respecto el presidente Gustavo Petro, en su cuenta en X, advierte que el tratado de Rio de Janeiro estableció que la frontera es la línea más profunda del río Amazonas y que cualquier desavenencia, se resolverá entre las partes.
Explica que «han aparecido islas que están al norte de la actual línea más profunda, y el gobierno del Perú acaba de apropiárselas por ley y poner la capital de un municipio en un terreno que, por el tratado, debe pertenecer a Colombia».
Añade que «esa acción unilateral y violatoria del tratado de Rio de Janeiro puede hacer desaparecer a Leticia como puerto amazónico quitándole su vida comercial».
«El gobierno usará antes que nada, los pasos diplomáticos para defender la soberanía nacional», concluye el primer mandatario.
Se recuerda que Colombia enfrentó una guerra con el Perú entre 1932 y 9133, la cual se originó por disputas territoriales en la región amazónica, específicamente en la zona del Trapecio Amazónico y la ciudad de Leticia.
La guerra se llevó a cabo en la cuenca del río Putumayo y la ciudad de Leticia, ubicada en la entonces Comisaría colombiana del Amazonas. El punto de la discordia fueron las cláusulas del Tratado Lozano-Salomón. En ellas, se adicionaba a Perú el área del banco Sur del río Putumayo, encerrando geográficamente a Ecuador, mientras que Colombia cedía territorio y sólo quedaba con la franja del trapecio amazónico.
El conflicto armado se resolvió principalmente a través de la diplomacia y la mediación internacional, con la firma del Pacto de Río de Janeiro en 1934. Este acuerdo puso fin a las hostilidades y estableció un marco para la resolución de las disputas fronterizas.
Antecedentes:
Tratado Salomón-Lozano:
En 1922, se firmó este tratado que cedió a Colombia el Trapecio Amazónico (incluyendo Leticia) y parte de la margen izquierda del río Putumayo.
Ocupación de Leticia:
En septiembre de 1932, un grupo de ciudadanos peruanos, con el apoyo de autoridades locales, ocupó la ciudad de Leticia, generando tensión con Colombia.
Conflicto armado:
La ocupación desencadenó enfrentamientos armados entre las fuerzas peruanas y colombianas.
Resolución:
Mediación internacional:
La Sociedad de Naciones, junto con la intervención de Brasil y Argentina, desempeñaron un papel crucial en la mediación entre Perú y Colombia.
Pacto de Río de Janeiro:
En mayo de 1934, se firmó este acuerdo que puso fin a la guerra. Se estableció que:
La Sociedad de Naciones tomaría posesión de Leticia mientras se negociaba el acuerdo final.
Se confirmaba la soberanía de Colombia sobre el Trapecio Amazónico.
Se ratificaba la renuncia de Perú a sus antiguas reclamaciones territoriales en la zona.
Retorno a la normalidad:
Después de la firma del Pacto, se retomó la normalidad en la zona y se consolidó la paz entre ambos países.
En resumen, la Guerra de Leticia se superó gracias a la diplomacia, la mediación internacional y la firma de un acuerdo que definió los límites territoriales y puso fin a las hostilidades.
Esta reseña sobre la guerra con el Perú aparece en los archivos de la Universidad Nacional de Colombia, concretamente en gestiondocumental.unal.edu.co:
88 años de la guerra entre Colombia y Perú
Entre septiembre de 1932 y junio de 1933 se desarrolló la única guerra que tuvo Colombia con una nación extranjera en el siglo XX, que fue contra Perú. Una parte de ese conflicto quedó registrado en el archivo personal del Coronel Luis Felipe Acevedo Ruiz, que custodia el Archivo Central e Histórico de la Universidad Nacional de Colombia en Bogotá.
El denominado ‘Conflicto de Leticia’ tenía antecedentes desde inicios del siglo XIX, cuando las dos naciones manifestaron sus intenciones de controlar las tierras selváticas de los actuales departamentos colombianos de Caquetá, Putumayo y Amazonas, a raíz de la interpretación que daba cada parte a la Real Cédula de 1802 (que tenía como objetivo principal frenar el avance del imperio portugués sobre la cuenca amazónica).
Durante las dos primeras décadas del siglo XX revivió el interés de los peruanos por reivindicar esos territorios como suyos, debido a que la Real Cédula los había incorporado al Virreinato de Perú, según su visión. En esa ocasión el diferendo se resolvió con el Tratado Salomón-Lozano, que reconoció la soberanía colombiana sobre las tierras comprendidas entre los ríos Caquetá y Putumayo y el llamado ‘Trapecio Amazónico’.
Sin embargo, el primero de septiembre 1932, la fiebre del caucho y el discurso nacionalista del entonces presidente de Perú, Luis Miguel Sánchez Cerro, impulsaron a un grupo de civiles peruanos a tomarse la ciudad de Leticia y reclamarla como peruana, desconociendo así los tratados binacionales anteriores.
Desde el inicio, la posición colombiana, bajo el mandato del presidente Enrique Olaya Herrera, fue resolver el conflicto por la vía diplomática, pero ante la insistencia del vecino país en sus pretensiones, en diciembre de 1932 el gobierno nacional envió equipos de guerra para vigilar la frontera, con la orden explícita de no provocar al adversario.
No obstante, el hostigamiento peruano siguió durante los meses de enero y febrero de 1933, con la respectiva respuesta del Ejército colombiano. La guerra finalizó en abril de ese año con el asesinato en Lima del presidente Sánchez Cerro. Su sucesor, el general Óscar Benavides, llegó a acuerdos diplomáticos con el gobierno de Colombia para el cese de hostilidades y la devolución de Leticia. Finalmente, las partes se reunieron en Río de Janeiro para pactar la paz y ratificar el Tratado Salomón-Lozano.
Los documentos del archivo del Coronel Luis Felipe Acevedo Ruiz cuentan la historia de esta guerra, a partir de la correspondencia que este personaje tuvo con otros miembros del Ejército, su familia y diversos personajes de la época. Un material valioso para seguir siendo estudiado y para entender cómo ha respondido Colombia a las amenazas externas.
