Telescopios de la NASA ha captado los restos de la explosión de una supernova dentro de la Vía Láctea que sucedió hace 140 años, lo que la convierte en el fenómeno de este tipo más reciente observado nunca dentro de la galaxia, informa la página web de la Agencia Espacial.
La explosión, que se ha registrado empleando los telescopios de los observatorios Chandra y Very Large Array (VLA) de la NASA, ocurrió muy cerca del centro de la galaxia y se encontraba sumergida en una densa capa de gas y polvo. Según la Agencia Espacial, este descubrimiento abre el camino para medir de forma más precisa cada cuánto tiempo ocurren los estallidos estelares. Previamente, el récord de juventud lo ostentaba Cassiopeia A, una supernova que explosionó hacia el año 1680.
Las supernovas calientan y expulsan grandes cantidades de gases a su alrededor. Pueden incluso desencadenar la formación de nuevas estrellas dentro del ciclo de muerte y nacimiento estelar. La explosión puede también provocar la formación de una estrella neutrónica o de un agujero negro.
Los astrónomos, informa la NASA, observan a menudo supernovas en otras galaxias y estiman que cada siglo explosionan tres en la Vía Láctea. “Si estas mediciones son correctas, debería haber restos de diez explosiones más jóvenes que la Cassiopeia A”, asegura David Green, de la Universidad de Cambridge en el Reino Unido, que ha dirigido el estudio en el Very Large Array. “Es genial que por fin hayamos registrado una de