Dos nuevos temblores se registraron en el suroriente de Cundinamarca y el norte del Meta, sin consecuencias graves, pero que causaron pánico entre los habitantes de la región.
A las 6 y 50 de la tarde de este lunes, se sintió un movimiento telúrico de 3.9 grados de magnitud en la escala de Ritcher, con epicentro en la misma localidad de El Calvario, donde se produjo el gran sismo del pasado 24 de mayo.
El nuevo remezón se sintió en las localidades de Fomeque, Quetame, Cáqueza, Guayabetal y Bogotá, especialmente en los edificios altos.
A las 9 y 48 de la noche tambien de este lunes se detectó un segundo temblor, de 3.4 grados, pero con epicentro a 9.9 kilometros de distancia del casco urbano del municipio de San Juanito, tambien en el departamento del Meta, y a unos 30 kilometros de profundidad.
Hasta el momento no se han reportado daños o victimas como consecuencia de estos sismos.
Sin embargo, los organismos de socorro realizaran una inspección sobre casas que estaban averiadas por el fuerte sismo de finales de mayo y que podrían haberse derrumbado en esta oportunidad.