Conflicto Armado

Desertor de las Farc confirma vínculos de esta guerrilla con ETA

Un desertor de las Farc confirmó la alianza entre esta organización guerrillera y el grupo terrorista español de ETA.

El desmovilizado aseguró que en desarrollo de esa cooperación, los “etarras”, entrenaron en acciones terroristas a integrantes de la agrupación subversiva en territorio colombiano.
Las revelaciones las hizo en un reportaje que publica este jueves el periódico El Mundo de España.

El presunto subversivo, identificado con el alias “Camilo”, narró que dos etarras le impartieron a él y a otros compañeros de las FArc un curso en la selva colombiana, en desarrollo del cual le enseñaron a activar bombas con teléfonos celulares.

La entrevista esta firmada por la periodista Salud Hernandez Mora y en ella establece que uno de los profesores etarras tenia como nombre de batalla Martin Capa.

El curso de explosivos duro 12 días y tuvo lugar a finales de julio de 2007 en una finca cercana a Guadalito, en el estado de Apure, Venezuela, fronterizo con Colombia, según dijo el guerrillero.
«ETA está más avanzada que las Fuerzas Armadas revolucionarias de Colombia (FARC) en terrorismo urbano. Nos entrenaron a detonar bombas por dispositivos celulares», señala ‘Camilo’, de 29 años que optó por dejar las armas en septiembre del año pasado.
«Tienen un vínculo de negocio con las FARC: ellos dan formaciones en explosivos y las FARC les pagan», señalo.
Según dijo Camilo, gracias a los terroristas españoles, las FARC dieron el salto y pasaron de la dinamita y la mecha lenta, a activar a distancia pequeñas bombas de enorme potencia.
El antiguo subversivo afirma que la colaboración se extiende al área financiera, puesto que ETA les ayuda en España a recibir cargamentos de cocaína y dinero del narcotráfico.
«Nos enseñaron a manejar el C-4, un explosivo que en Venezuela se consigue porque lo emplean en los trabajos petroleros. La ventaja es que ya no necesitamos utilizar 100 kilos de dinamita sino cinco de C-4. Ahorramos esfuerzos y lo camuflamos mejor. Cuando terminamos el taller, me sentía en capacidad de montar una bomba», señalo el guerrillero en el reportaje para El Mundo de España.