Faltando cuatro días para que finalice la actual legislatura, las mesas directivas de la Cámara de Representantes y del Senado de la República tienen sobre sus escritorios un sin número de proyectos que tendrían que ser aprobados a “pupitrazo” para salir del represamiento.
Para avanzar en el estudio y aprobación de las mesas directivas en ambas corporaciones acordaron aplazar para después del 20 de julio todos los debates de control político.
Lo que se quiere es aprovechar las pocas sesiones que restan para el estudio y aprobación de proyectos de ley, pues sólo en plenaria de Senado hay 33 iniciativas represadas, según la presidenta de la corporación, Nancy Patricia Gutiérrez.
La Cámara tiene pendientes de aprobación en plenaria 25 proyectos de ley que vienen de Senado. Por eso han intensificado el trabajo en sesiones y plenarias para no dejar ninguno pendiente para la próxima legislatura.
En el Senado, el escándalo de la parapolítica y las denuncias de la ex congresista Yidis Medina sobre un supuesto soborno de funcionarios del Gobierno para que votara a favor de la reelección presidencial, obstaculizaron el trabajo legislativo.