Más de mil familias fueron desalojadas por las inundaciones y deslizamientos que se registraron en las últimas horas en los departamentos de Casanare, Meta y Cundinamarca.
La situación más difícil se reportó en Medina, Cundinamarca, por el peligro de que colapsen varias torres de energía. En las localidades de Upía, Cabuyaro y Villavicencio, Meta, decenas de casas están inundadas por los desbordamientos de los ríos Upía y Guatiquía.
En Maní y Villanueva, Casanare, más de 700 familias tuvieron que abandonar sus hogares. Lo peor, dicen las autoridades, es que los albergues no tienen espacio suficiente para los damnificados.
Cultivos de palma, arroz y yuca resultaron severamente afectados, al igual que se registra la pérdida de ganado; motivo por el cual las autoridades locales han solicitado la ayuda y respaldo de los gobiernos Nacional y Departamental.