Farc plantean diálogo directo con militares, con autorización expresa de Uribe
La guerrilla de las FARC quieren dialogar con militares, retirados o en servicio activo, con autorizacion expresa del gobierno del presidente Alvaro Uribe, anuncio un vocero politico del frente 53 del grupo subversivo, el mismo que comanda alias «Mono Jojoy».
Su propuesta es iniciar “contactos directos de buena fe”, según lo asegura este domingo en primera página el diario El Nuevo Herald de Miami, en un especial del periodista Stve Salisbury, quien señala que entrevistó al guerrillero, cuya identidad no revela, en las montañas de Sumapaz, a unos 80 kilometros al sur de Bogotá.
“Los contactos serían con militares colombianos en retiro o en servicio activo que tengan la representación expresa del gobierno, declaró al periodico estadounidense el jefe guerrillero.
Por considerarlo de interés, transcribimos a continuación el informe:
«Una manera para hablar con el gobierno [colombiano] sería tener un contacto con generales» retirados o de servicio activo, dijo a fines de junio a este periodista el comisario político-militar del frente 53 de las FARC durante una entrevista en los montañas de Sumapaz, a unos 80 kilómetros al sur de Bogotá.
Esta propuesta guerrillera fue reiterada en una comunicación enviada por la guerrilla a través del misionero estadounidense Russell Martin Stendal, 10 días después de que el ejército rescatara a Ingrid Betancourt, tres estadounidenses y 11 soldados y policías.
Hablando bajo la condición del anonimato, el comisario guerrillero, conocido como «comandante reemplazante de frente» en la jerga guerrillera, se identifica como «N» en este artículo.
«N», quien dice tener 53 años de edad y 35 de militancia en las FARC, afirmó que tiene contacto directo con el Secretariado de la organización, compuesto por los siete líderes de más alto rango.
«N» dijo que las FARC preferirían conversar con generales ‘‘patriotas, sinceros y no corruptos» que hayan experimentado la guerra personalmente, en vez de hablar con «políticos mentirosos», en un posible diálogo con el gobierno de Alvaro Uribe o de quien lo suceda.
La propuesta contrasta con un comunicado atribuido a las FARC por el canal de televisión venezolano Telesur, fechado el 26 de junio, que dice que «Uribe no está programado por los gringos ni para el canje ni para la paz».
El comunicado propuso pláticas con el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, quien el pasado 16 de julio aceptó sostener un diálogo con sus «hermanos» de las FARC.
El nuevo canciller colombiano, Jaime Bermúdez, protestó por la descripción fraternal que Ortega dio de las FARC y sostuvo que el gobierno colombiano «no autoriza ni aval gestión alguna» del mandatario nicaragüense ante la guerrilla.
Las FARC y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), un grupo guerrillero más pequeño, son considerados como ‘‘organizaciones terroristas extranjeras» por el Departamento de Estado de Estados Unidos, pero «N» niega esa designación.
«No somos terroristas», enfatizó.
Otro comunicado, fechado el 5 de julio y atribuido al Secretariado de las FARC, parece dejar abierta la puerta para conversaciones directas con el gobierno de Colombia.
En el comunicado, la guerrilla dijo que «mantenemos vigente nuestra política por concretar acuerdos humanitarios que logren el intercambio y además protejan la población civil de los efectos del conflicto».
En este marco, la propuesta de «N» podría ser viable, dijo Stendal, un misionero cristiano estadounidense que reparte ejemplares de la Biblia entre guerrilleros, paramilitares y tropas gubernamentales que encuentra en sus correrías pastorales por las regiones inhóspitas del país, entre ellas Sumapaz.
Stendal dijo que ha hablado con «N» y otros guerrilleros sobre la propuesta de entablar un diálogo con el gobierno por medio de generales autorizados.
El religioso sostiene que para el comisario de este grupo de las FARC serían interlocutores aceptables generales retirados como algunos ex comandantes de las Fuerzas Militares, entre los que mencionó a los generales Carlos Alberto Ospina y Jorge Enrique Mora, así como el ex comandante del Ejército, general Reynaldo Castellanos, de reconocida confesión cristiana.
«Sí, es viable [que los militares entren en contacto con las FARC en un posible diálogo]. Yo hablaría con la guerrilla, si tuviera el aval del gobierno y el ejército», dijo el brigadier general retirado Gabriel Díaz, otro ex militar que según Stendal ha sido mencionado por la guerrilla como posible mediador.
Por su parte, el general retirado Ospina, ex jefe de las Fuerzas Armadas, comentó: «Sólo participaría si fuera para discutir los términos de la desmovilización y la entrega de las armas pero nunca para ayudar a las FARC a revivir».
Un funcionario colombiano familiarizado con los temas de paz del gobierno, que pidió el anonimato, dijo que esta es la primera vez que escucha una propuesta de esta naturaleza de parte de miembros las FARC.
«N» y media docena de guerrilleros de su guardia personal dijeron que tienen dudas en cuanto al Alto Comisionado de Paz del presidente Uribe, Luis Carlos Restrepo, quien tuvo un papel importante para negociar un acuerdo hace unos años que llevó a la desmovilización del grupo paramilitar llamado Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).
Restrepo es el negociador de paz oficial para todos los casos, excepto cuando el presidente designa a otra persona.
«N» y los guerrilleros se quejan de que muchos paramilitares desmovilizados se han reorganizado en nuevos grupos armados ilegales «reciclados».
Cuando se le preguntó a «N» si las FARC hablarían con el Alto Comisionado de Paz, el jefe guerrillero dijo preferir a otro interlocutor, pues Restrepo «hace berrinches cuando las cosas no se hacen de la manera que le gusta. Pregúnteles a los paramilitares».
Este periodista trató de obtener un comentario de Restrepo por medio de su oficina de prensa, pero el Alto Comisionado no estaba disponible.
«Estamos dispuestos a hablar con Uribe. Pero tenemos un deber para tratar de liberar a nuestros camaradas [de las cárceles] y no olvidarlos», agregó «N». «Estamos abiertos a oír ideas nuevas para romper el estancamiento», concluye el informe del Nuevo Herald.