Conflicto Armado

Las Farc insisten en Acuerdo Humanitario

Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, farc, publicaron este miércoles una larga proclama, como mensaje de Año Nuevo a los colombianos, en la cual lanzan duros y graves ataques contra el Gobierno del presidente Álvaro Uribe Vélez, al tiempo que aseguran isistirán en buscar un Acuerdo Humanitario.
«Saludamos y les manifestamos nuestra solidaridad militante en las cárceles del régimen a los guerrilleros y a todos los presos políticos, a Sonia, Simón e Iván Vargas, a todos les reiteramos que no cejaremos la lucha por cristalizar un Acuerdo Humanitario. Saludamos a los guerrilleros y guerrilleras de las Farc-EP, a las Milicias Bolivarianas, Partido Clandestino, Movimiento Bolivariano, otras organizaciones revolucionarias, organizaciones de masas, fuerzas democráticas, a nuestros simpatizantes y amigos los alentamos a redoblar esfuerzos», advierte .
El mensaje es publicado este 31 de diciembre, en exclusiva, por la Agencia de Noticias Nueva Colombia – Anncol – pero está fechado el 22 de diciembre desde las «Montañas de Colombia», lo que vuelve a corroborar los problemas de comunicación que sigue enfrentando el movimiento insurgente.
La dura diatriba contra Uribe y su Política de Seguridad Democrática se centra en los «falsos positivos» ejecutados por miembros del Ejército que califica como «un nauseabundo y espantoso crimen de lesa humanidad contra los colombianos que apenas da una idea de la honda dimensión de un genocidio ejecutado sistemáticamente durante décadas por la fuerza pública contra nuestro pueblo».
También le pasa cuenta de cobro el primer mandatario sobre todos los hechos conocidos en torno a la «Yidispolítica» y la forma en que se aprobó su reelección, a la vez que recuerda todos los episodios conocidos en torno al Congreso, «la Casa de nari» y el paramilitarismo.
La farc ponen en duda, nuevamente, la legitimidad del estado y explican que «está comprobado que las Fuerzas Militares actuando conjuntamente con los paramilitares han desplazado a más de cuatro millones de personas, desaparecido a más de 25 mil compatriotas, lanzando sus cuerpos a los ríos, convirtiendo a estos en cementerios sin tumbas, o en ocasiones arrojando vivas a sus víctimas a las fauces de cebados cocodrilos, como solían hacerlo en la hacienda de Miky Ramírez en Bolívar y en la hacienda «Villa Sandra», en Puerto Asís (Putumayo). En los últimos cinco años, han asesinado a más de 1.800 indígenas y 2.570 sindicalistas».
Y el movimiento insurgente aprovecha para referirse al tema de moda: «El derrumbe de las pirámides, de las que hace parte la familia presidencial y cuyos costos tratan de descargar sobre los hombros de la gente humilde, es otra muestra del engaño, la corrupción y las componendas de la narcotizada clase política colombiana».
Finalmente aparece la mano del nuevo comandante de las Farc «Alfonso Cano» para insistir en su proyecto político «Nueva Colombia» que exige una «Plataforma Bolivariana» que trabaje por una constituyente «que sea respetada en sus decisiones, representativa de todos los sectores de muestra nacionalidad, que aborde los temas vedados a la Constituyente de 1991 y así cimentar sobre sus bases la paz democrática que anhelamos la enorme mayoría de los colombianos».