El empresario colombiano David Murcia Guzmán, cabeza del consorcio financiero DMG y quien está preso en Bogotá por presunta estafa, le pidió hoy a las autoridades de Uruguay que le den asilo a su esposa, arrestada el pasado martes en Montevideo.

Entretanto, una comisión de la Policía colombiana viajó hoy a Montevideo para realizar trámites de deportación o extradición de Joanne Ivette León Bermúdez, esposa del empresario, dijo el general Óscar Naranjo, director del organismo.

Murcia Guzmán, aprehendido en Panamá el pasado 19 de noviembre, se declaró víctima de «persecución» por parte el Gobierno del presidente Álvaro Uribe, a quien califico como «dictador.

«Es una clara persecución y por eso les pido a las autoridades de Uruguay que no dejen que este dictador de nuestro país pueda traer a mi esposa a acá, pues es una arbitrariedad. Mi esposa no tiene nada que ver con mis actividades», manifestó Murcia Guzmán.

El empresario fue detenido dos días después de que el Gobierno colombiano decretara el estado de emergencia social para enfrentar la crisis económica y social desatada por las «pirámides financieras», empresas que captan millonarias sumas y ofrecen intereses exorbitantes.

El consorcio DMG, que tenía unos 200.000 clientes y afirmaba no ser una pirámide, sino una comercializadora de electrodomésticos y servicios, fue acusado por las autoridades de blanquear millonarios capitales del narcotráfico.

Las sedes y depósitos de DMG fueron confiscados, mientras que se dispuso el arresto de sus directivos y de varios familiares de Murcia Guzmán que figuraban como socios del conglomerado.

«No hay pruebas que demuestren que yo esté vinculado con narcotraficantes», subrayó Murcia Guzmán y agregó que él está «sindicado, no condenado».

Por su lado el general Naranjo dijo que el grupo de la Policía Judicial colombiana, «previa autorización de la Fiscalía General de la Nación, ha sido desplazado a Montevideo para tomar contacto con las autoridades» uruguayas.

Explicó que la delegación policial gestionará en Montevideo «la posible deportación o envío de esa persona a Colombia y, en segundo lugar, aportará pruebas a las autoridades uruguayas en relación con el nivel de compromiso de la esposa de David Murcia con la empresa DMG».

«Como todos saben, ella figura como socia y accionista de esa empresa, como una persona que actuó en captaciones ilegales de dinero», puntualizó el oficial.

El empresario también declaró que estuvo en Uruguay analizando la posibilidad de vivir allí, ya que su vida corría peligro en Colombia.

Agregó que analizó el establecimiento en Uruguay de un canal de televisión por cable similar al Body Channel de Colombia, que formaba parte del consorcio DMG.