Acompañado de su abogado, se presentó voluntariamente esta mañana ante las autoridades en Ibagué el Coronel José Joaquin Enrique Aldana, excomandante operativo de la Policia Nacional en el departamento del Tolima, acusado del asesinato de su propia esposa Erika Generis Gutiérrez, cuyo cuerpo fue desmembrado y botado en varios sitios de la capital tolimense.

El coronel Aldana compareció ante la Fiscalia Regional en Ibagué, luego de una intensa busqueda desplegada por la Policia en el departamento, que, incluso, esparció volantes desde avionetas y helicópteros, en los cuales se ofrecía una recompensa de 100 millones de pesos, por información que permitiera su ubicación y captura.

Contra el coronel Aldana habia una orden de captura proferida por un juez de la capital tolimense que lo procesa por el crimen de su esposas.

Erika Generis Gutiérrez fue asesinada a las 9 de la noche del 10 de septiembre.

Según el informe de los investigadores, en el homicidio de la esposa del coronel Aldana participaron al menos dos hombres, uno de ellos experto en criminalística.

La Fiscalía establecio que uno de los sospechosos mató a la mujer de un severo golpe en la cabeza y el otro utilizó químicos, para evitar que el cuerpo dejara huellas de sangre.

La persona que la asesinó, utilizó un arma contundente con la que le propinó un golpe en el cráneo. Los primeros resultados apuntan a que este segundo implicado, al parecer un hombre, utilizó una mezcla de isodine y alcohol para evitar que el cuerpo sangrara y dejara huellas.

Posteriormente, el cadáver fue lavado con un blanqueador químico de ropa, antes de ser introducido en las bolsas plásticas en las que aparecieron las partes.

Los forenses que tiene el caso sospechan que el cadáver sufrió golpes posteriores al asesinato y que con un bisturí, el rostro de la víctima fue desfigurado.

También se estableció, en principio, que este mismo hombre retiró al cadáver una o dos de sus costillas, para evitar que fuera identificado como el cuerpo de una mujer. Igualmente le deformó la zona del busto.

En la casa de la pareja, los investigadores no encontraron sangre ni sudor de la víctima, mientras que el examen de luces arrojó resultados negativos, que volverán a ser practicados.