Por no tener antecedentes y haberse entregado voluntariamente a las autoridades, el comerciante Samuel Viñas Abohomor quedó en libertad.

El empresario le propinó dos disparos en la cabeza a su Ex esposa, la diseñadora Clarena Piedad Acosta Gómez

La opinión pública, incluidos algunos abogados, no acaban de entender por qué Samuel Viñas Abohomor quedó en libertad gracias al argumento legal de que no hay flagrancia, circunstancia que es considerada una importante evidencia procesal.
Fue una decisión del Fiscal que atendió el caso y estimó que Viñas tiene derecho a la libertad porque no fue sorprendido y capturado al momento de cometer el delito, sino que se entregó a las autoridades y confesó el delito.

Para el abogado Alvaro Vergel la respuesta a la duda es clara: no lo capturaron cuando consumó el hecho sino que él mismo llamó a la Policía y se entregó. Además -dice Vergel- una interpretación de la Ley señala que no hay flagrancia cuando se trata de un inimputable, que podría ser el caso del homicida.

Las primeras informaciones dicen que Viñas Abohomor estaba bajo un tratamiento psiquiátrico, pero la inimputabilidad en un proceso debe demostrarse mediante pruebas ordenadas en ese mismo proceso.

En la conmovedora ceremonia fúnebre, que se extendió durante 25 minutos, la propietaria de la cadena de almacenes Laura V. fue recordada como “la madre única que dio hasta la vida por sus hijos Samuel David, Felipe y Laura”, considerada así por una de sus compañeras de la fundación que apoya, hace ocho años, un colegio público del barrio Siete de Abril.