Proceso de restauración ecológica avanzada tomará más de 15 años para empezar a reverdecer nuevamente”, informó Juan Antonio Nieto Escalante, Secretario Distrital de Ambiente
Mediante un recorrido por la superficie afectada, apoyado por la Empresa de Acueducto y Alcantarillado, la autoridad ambiental concluyó que 45,55 hectáreas de bosque fueron calcinadas por los incendios
Dentro de las especies nativas afectadas por los incendios registrados desde pasado 31 de diciembre se encuentran encenillos, mano de oso, cordoncillo, helecho marranero, chilco, raque y duraznillo.
Con los incendios forestales de los cerros orientales parcialmente apagados, la Secretaría Distrital de Ambiente (SDA) hace entrega del balance de hectáreas consumidas por el fuego.
Mientas que en el sector de Montebello, ubicado en la localidad de San Cristóbal, el fuego quemó 31,58 hectáreas, en los Tanques del Silencio de Chapinero el área quemada fue de 13,97 hectáreas.
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De las casi 32 hectáreas afectadas por el fuego en este lugar, el 45% correspondía a una zona de eucalipto en avanzado estado de regeneración natural con especies nativas, el 35% era bosque altoandino y el 20% restante retamo espinoso (donde inició la quema).
En Los Tanques del Silencio se vio afectada un área de bosque altoandino compuesta por especies nativas como helecho marranero, chilco, tuno, cordoncillo, encenillo, chusque, uva camarona, mortiño, angelito y raque, equivalente al 35% del total del área quemada.
El 65% de hectáreas restantes corresponde a especies exóticas como los pinos pátula y radiata, ciprés, acacias y eucaliptos.
“Aunque ninguna de las especies nativas afectadas está amenazada o en peligro de extinción, su presencia en los cerros orientales indica que se encontraban en un proceso de restauración ecológica avanzada, que tomará más de 15 años para empezar a reverdecer nuevamente”, informó Juan Antonio Nieto Escalante, Secretario Distrital de Ambiente.
Además, el funcionario manifestó que las consecuencias de ambos incendios, considerados superficiales, afectan tanto la calidad del aire como la presencia de fauna en los cerros. “Con el fuego, las aves y los pequeños reptiles y mamíferos, se ven obligados a migrar hacia otros lugares”.