Un avión de Aerolíneas Etíopes con 90 personas a bordo se estrelló en el mar poco después de despegar desde Beirut.
Veintiún cuerpos han sido recuperados hasta el momento cerca del lugar del accidente, a 3,5 kilómetros al oeste del pueblo litoral de Na’ameh. Unos 83 pasajeros y siete tripulantes viajaban a bordo, dijo a periodistas el ministro de Transporte libanés, Ghazi al-Aridi, en el aeropuerto.
El vuelo ET409, un Boeing 737-800, que se dirigía a Adis Abeba, desapareció del radar unos cinco minutos después de su despegue a las 02:37 hora local (0037 GMT), en medio de una tormenta de truenos y fuertes lluvias.
El presidente libanés, Michel Suleiman, dijo que no creía que el avión hubiera sido derribado deliberadamente.
“Por ahora, es improbable un acto de sabotaje. La investigación descubrirá la causa”, dijo Suleiman en una conferencia de prensa.
El presidente ejecutivo de Aerolíneas Etíopes, Girma Wake, dijo que había hablado con autoridades libanesas, quienes no confirmaron que hubiese sobrevivientes.
Unos 54 pasajeros eran ciudadanos libaneses, 22 eran etíopes, dos eran británicos y también había un canadiense, un ruso, un francés, un iraquí y un sirio.
Marla Pietton, esposa del embajador francés en Líbano, Denis Pietton, viajaba en el avión, dijo la misión diplomática francesa.
¿EL MAL TIEMPO FUE LA CAUSA?
El Gobierno libanés declaró un día de luto. El primer ministro, Saad al-Hariri, visitó el aeropuerto para reunirse con los intranquilos familiares de los pasajeros, quienes esperaban noticias de sobrevivientes, algunos de los cuales estaban furiosos porque se permitió el despegue en medio del mal tiempo.
“Ellos debieron haber postergado el vuelo por una hora o dos para proteger a los pasajeros. Ha habido fuertes relámpagos y nosotros escuchamos que los rayos golpean a los aviones, especialmente en el despegue”, dijo el familiar de uno de los pasajeros a un canal de televisión local.
Wake dijo que no pensaba que la tripulación hubiera despegado en condiciones climáticas peligrosas.
“Había mal tiempo. Qué tan malo era eso, no podré decirlo. Pero, por lo que veo, probablemente había un clima manejable, si no la tripulación no hubiera despegado”, declaró.
El portavoz militar de las fuerzas de paz de la ONU en Líbano, la policía chipriota, los militares británicos desplegados en Chipre y la Marina estadounidense proveyeron helicópteros, barcos y buzos para ayudar en las operaciones de búsqueda y rescate.
La firma estatal Aerolíneas Etíopes se ha convertido en un importante operador del mercado aéreo internacional en Africa y recientemente ha ampliado su red a Asia.
La aerolínea tiene vuelos frecuentes al Líbano, brindando servicios a empresarios y cientos de etíopes que trabajan como empleados domésticos. Fuentes de la aviación libanesa dijeron que algunos de los pasajeros iban rumbo a Angola y otros países africanos.
El viernes pasado, la firma anunció una orden de compra de 10 aviones Boeing de nueva generación 737-800 por un precio de 767 millones de dólares.
El último gran incidente que involucró a Aerolíneas Etíopes fue en noviembre de 1996 cuando 125 de los 175 pasajeros y tripulantes a bordo de un Boeing 767 secuestrado murieron cuando el avión cayó al mar cerca de las Islas Comoros.